"Me
estoy dejando crecer el pelo para hacerme a último momento un corte de estrella", dice entre risas Diego
Vallejos, amigo de la infancia de Lionel Messi y uno de los 250
invitados para la boda del crack en Rosario, donde busca contrarreloj cómo
conseguirse un traje.
Fiel a
sus raíces, Messi dejó en el humilde barrio Las Heras de su niñez amistades que
ha conservado hasta sus casi 30 años, que cumplirá el 24 de junio, una semana
antes de esa boda que mezclará en Rosario a anónimos y famosos, todos queridos
por el astro del fútbol.
Uno de
ellos es Diego Vallejos, con quien solía comunicarse por Whatsapp, fue vecino y
compañero de primaria. Los testimonios de este amigo, memoria viva del pasado
sencillo del futbolista, son tan valiosos que hasta participó en
"Messi", la película biográfica del cineasta español Alex
de la Iglesia en
2014.
Contento
por la boda de Messi y Antonella el 30 de junio, Vallejos confesó esta semana a
la AFP que además del corte de pelo ha estado preocupado "viendo
el tema de los trajes" para
la ceremonia.
"No
me parece nada raro que se venga a casar acá"
Pícaro y
buscavidas, deslizó el lunes que estaba viendo si le alcanzaba el dinero para
comprarse un lindo traje. Dos días después contó que consiguió uno de alquiler.
Dio la
entrevista detrás de la escuela primaria que compartió con Messi, y frente a un
enorme mural donde el capitán de la selección argentina grita un gol.
"Yo
sobre todo quiero estar con Lionel, pero un poco me voy a entreverar (mezclar)
entre los otros invitados" afirma, imaginando una pista de baile donde
estrellas del fútbol mundial mostrarán sus habilidades con los pies, pero sin
pelota.
Vallejos
se dice feliz de participar del casamiento del astro del FC Barcelona con "su
amor de siempre", Antonella Roccuzzo, en
el complejo de hotel y casino City Center de Rosario, 310 km al norte de Buenos
Aires.
"Común y corriente"
A
Vallejos no le sorprende que Messi haya elegido casarse en Rosario, ciudad a la
que regresa periódicamente a pasar vacaciones y las fiestas navideñas. Fue allí
también donde bautizó a sus dos hijos en el pasado verano austral.
"A
mí no me parece nada raro que se venga a casar acá porque él fue siempre igual,
es una persona común y corriente que quiere estar cerca de su familia y de sus
amigos", dice
Vallejos, quien compartió tardes de pelota y juegos de niños con 'Lío' en el
humilde barrio Las Heras de la populosa zona sur de Rosario.
Subrayó
la humildad de su amigo, "a
quien el dinero no cambió la personalidad", dijo.
"Siento
ansiedad por compartir ese momento con él, que tiene la humildad de invitarme
siendo uno de sus amigos de siempre y viniendo de una familia común", agrega
este hombre de sonrisa fácil, melena larga y gorra de la Asociación del Fútbol
Argentino.
Diego
celebra la historia de los novios. "Fue un amor de siempre. Ese amor
nació de chiquitos, fueron amigos, después novios y ahora va a ser la
esposa", sintetiza.
Amigo idolatrado
La
realidad de Vallejos dista mucho de la de su amigo.
"Uno
tiene una vida muy diferente a la de él. Yo tengo mi trabajo y a veces las
cosas son difíciles siendo un laburante (trabajador), pero mi sueño es ir a
verlo jugar en Europa antes de que se retire para escuchar a todo el estadio
coreando su nombre", dice.
Exhibe
una camiseta de la banda argentina de rock La Renga, autografiada por su amigo
astro mundial. "La van a ver medio amarilla y con
algunas manchas porque a esta no la lavé más", explica con
una ruidosa carcajada.
En lugar
de regalos, Messi pidió a los invitados donaciones para su fundación solidaria.
"Eso
es para los VIP's", aclara Vallejos. "Lo
mío va a ser algo más simbólico, pero seguro un presente va a haber, a lo mejor
le regalo una de esas parejitas de gemelos que se usan en la manga de los
sacos", reveló.
Fuente: Gente
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