ALAN GARCÍA, COLCHADO Y LA MUGRE PERÚ UN PAÍS SIN LEY
Por: Mariella Balbi.
*“¿La autorizo
el Fiscal de la Nación para que acusar en TV a la Policía Nacional? ¿La
respalda? De lobo un pelo, reza el dicho.
* El estate quieto a Colchado y su Organización Criminal es conveniente para la democracia. Alan García merece justicia.”
Queda claro,
luego de cinco años de su muerte, que el presidente Alan García Pérez era un
demócrata cabal, como hay pocos en la historia del Perú. También que fue
inducido al suicidio y que se urdió un ‘cerco’ en Fiscalía en comparsa
con el Instituto de Defensa Legal (IDL), como lo indica claramente Jaime
Villanueva, asesor de Patricia Benavides, exfiscal de la Nación defenestrada
por la Junta Nacional de Justicia quien pronto-crónica de una injusticia
anunciada-será echada del Ministerio Publico. Así es nuestro país si ley.
Alan García,
conocía perfectamente lo politizada y sucia que era la DIVIAC, los
fiscales Vela y Pérez, Pablo Sánchez, Zoraida Avalos y
compañía. Repudiaba el abuso contra el exfiscal de la Nación Pedro Chávarry,
solidarizándose. Nunca iba a permitir que lo encarcelaran por politiquería
de baja estofa, pisoteando su dignidad y, sobre todo, la investidura
presidencial de quien llego a ocupar en dos oportunidades el más alto cargo de
la Nación. Sabía que ya había pasado a la historia, y esa era su mayor satisfacción.
Estaba por
encima de la mugre de esa fiscalía y la Diviac.
Al allanamiento a
la casa de García debió ir la Policía Fiscal.
No ocurrió así
violándose todos los procedimientos. El jefe de la Diviac, Harvey Colchado,
cobarde el, no estuvo en la intervención. Apareció más tarde, y luego dijo: “La
decisión que tomo esta persona (Alan García) no me ha impactado. Frustró la
intención de llevarlo a la justicia” (ja, ja, ja) … que se llegue a la verdad.
Que vaya a un juicio y que se pueda defender”.
Solo un
psicópata podría hablar así.
García repetía que la historia era cíclica, que
pasábamos por momentos de bajas para luego subir y volver a descender. Era
pesimista respecto al futuro del país. Tenía razón. Después de 5 años tanto Luis
Nava, Miguel Atala aún no presentan las cuentas donde le dijeron le
depositaron dinero a Alan García. Esa mentira fue el sustento del
allanamiento. Perú un país sin ley. Hoy sabemos que hubo una
Organización Criminal que fraguo su detención que lo “cercó”. Los
actores están señalados. Solo hay que tirar el hilo, que espera el Fiscal de la
Nación, tan diligente con unos y tan inexistentes con otros.
Sin embargo,
cosas de la historia, la presidenta Dina Boluarte será quien le quite el
poder omnímodo a Colchado y la DIVIAC y esperemos que la
despolitice. La inspectoría de la Policía suspendió a Colchado, e investiga
al equipo de DIVIAC.
La fiscal Marita
Barreto, secuaz de Colchado, saltó cual “ninja” a defender a sus
compinches. Impidió que ingrese la Policía a Diviac. No será por
mucho tiempo. Barreto no es quien manda en el país. Su feudo se
tambalea. De hecho, en la Policía Nacional de Perú hay mucho malestar por sus
imputaciones en público de “poder corrupto” a quienes
suspendieron a Colchado.
Si hubiera ley en
Perú Barreto ya debería estar en su casa, afrontando varias investigaciones. ¿La
autorizo el Fiscal de la Nación para que acusara en TV a la Policía Nacional?
¿La respalda?
Del lobo un
pelo, reza el dicho. Él
estate quieto a Colchado y su organización criminal es
conveniente para la democracia.
Alan García
merece justicia.
Fuente: Diario Expreso.
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