* “En efecto, una empresa venezolana llamada inversiones DIMICA C.A. ha ganado la buena pro para diversas obras públicas en el Perú ¡con documentos adulterados! Gracias a “la sospechosa inacción del gobernador regional -y gerentes respectivos de Lambayeque”.
Por. LUIS GARCÍA MIRÓ ELGUERA - EL MUNDO AL REVÉS DONDE NADA EL PÁJARO Y VUELA EL PEZ.
¿No aprendemos
por incapaces o, simplemente, por desidia preferimos no entender que la
corrupción es el peor enemigo de cualquier sociedad?
Resulta
incomprensible que una colectividad como la nuestra, carcomida por la
deshonestidad y el soborno, permita que esta calamidad permanezca tan activa,
corroyendo al Estado desde sus entrañas. Algo hay en nuestro ADN que aún
permanece confabulado contra la erradicación de una podredumbre que no se
detienen ante nada ni nadie. Algo quizá, relativo a alguna genética muy
pervertida que impulsa a la sociedad peruana a continuar con su fermentación
o prostitución como una manera de vida, en lugar de combatirla y emendar
rumbos para evitar que acabemos convirtiéndonos en una comunidad descompuesta,
inservible y repelida por el resto del mundo. ¡Como les sucede a tantos
países corrompidos que existen en este planeta!
El estado peruano
pareciera no haber aprendido ni la primera letra del abecedario de la
corrupción. Esto, a pesar del descomunal escandalo internacional que lo
califica como uno de los países más afectado por el caso conocido como Lava
Jato. Cinco presidentes denunciados y procesados-incluso uno de ellos condenado
a veinte años de carcelería-aparentemente no son prueba suficiente para que la
mayoría de los peruanos-particularmente aquellos de la clase política-entiendan
que su país está en cuidados intensivos. Porque como informo ayer el diario EXPRESO,
hoy la corruptela alrededor del Estado no solo la promueven peruanos, sino
también venezolanos.
En efecto una
empresa venezolana llamada Inversiones DIMICA C.A. ha ganado la buena
pro para diversas obras públicas en el Perú ¡con documentos adulterados!,
gracias a “la sospechosa inacción del gobernador regional-y los gerentes
respectivos-de Lambayeque”.
Para ello, la
mafia venezolana habría organizado una sofisticada red de sicariato usando la
modalidad de extorsionar a burócratas encargados de las compras de nuestro
Estado. Lo novedoso es que esta modalidad opera basada en falsos contratos
para construir hospitales, escuelas, redes de saneamiento, redes viales, etc.
Según información
recogida por EXPRESO del Programa de Inversiones en Salud
(PRONIS), en lo que va del año la empresa DIMICA C.A. ha presentado
a PRONIS-y dos gobiernos regionales- “un mismo contrato y un acta con el mismo
número de apostilla, cuyo contenido difiere únicamente en la forma, la
distribución y las firmas que figuran en los documentos presentados en varias
licitaciones”.
Estos casos
han ocurrido en los gobiernos regionales de Lambayeque y Junín, uno para construir el instituto educativo
¡EI N°30367 Andrés Avelino Cáceres y el otro para erigir el Hospital de
Ferreñafe! Este último pese a que el gobernador de Lambayeque Jorge Pérez
Flores, sabia de la adulteración y duplicidad documentaria. Tanto es así
que DIMICA C.A. cuenta con la buena pro y con obras en ejecución amparadas
por contratos falsificados. Habiendo sorprendido a entidades estatales para
apropiarse de recursos de nuestro Estado.
Afortunadamente,
intervino José Valega coordinador general de PRONIS, quien apenas se enteró
del hecho, tomó medidas legales contra DIMICA C.A.
¡Pero ambos
gobernadores regionales cayeron en flagrantes actos de corrupción!
¿Hasta cuándo
los peruanos seguiremos siendo los corruptos del barrio? –
FUENTE: DIARIO
EXPRESO.
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