Treinta y ocho años después de que Víctor Raúl Haya de la
Torre (1895 – 1979) fundara la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA),
un 7 de mayo de 1924, para cumplir con la misión de integrar a los pueblos del
Continente Americano, Víctor Raúl, gana las elecciones generales de 1,962, pero
el golpe de estado de las Fuerzas Armadas, al mando del General Ricardo Pérez
Godoy, anula las elecciones y le impide ejercer la Presidencia del Perú.
Dieciséis años más tarde (18 de junio de 1,978) Haya de la
Torre, obtiene la votación más alta en las elecciones para la Asamblea
Constituyente (1’200,000 votos), lo que le permitió ser el Presidente de ésta
Asamblea y promulgar la Constitución de 1,979.
Siete años después de la elección de Víctor Raúl, un joven
político aprista, carismático, con apenas 36 años de edad, Alan García Pérez
(Lima 23 de mayo de 1,949 – Lima 17 de abril de 2019), es ungido por el voto
popular y democrático, Presidente Constitucional de nuestra patria (1,985 –
1990), y dieciséis años después, el pueblo del Perú, nuevamente vuelve a
elegirlo como su Presidente (2006 – 2011).
Entonces, en 100 años de historia del partido, vemos que el
APRA, pudo ganar cuatro elecciones generales, como ningún otro partido político
de nuestra patria ha podido lograr tan significativo objetivo. cuantas
dificultades políticas, persecuciones, prisiones y destierros, tantos muertos;
y el APRA pudo y supo vencer.
Ni la represión de Sánchez Cerro, de Odría, la revolución de
Velasco, menos la dictadura de Fujimori, pudieron desaparecer al APRA, ni
opacar el idealismo de quienes dieron testimonio de sus convicciones con la
prisión, el destierro o sus vidas. El APRA pudo y supo mantenerse vigente hasta
la actualidad, siendo una alternativa muy seria para ganar las elecciones
generales del año 2026, o en el 2025, si estas fueran adelantadas y es que la
política es tan imprevisible que cambia tanto en tan poco tiempo.
Los tiempos que vienen serán radicalmente diferentes a lo
que hemos experimentado hasta ahora en nuestra vida, la realidad política,
social y cultural ya ha cambiado. Esa realidad ahora es otra y nos desafía a
cambiar, pero la primera reacción siempre es la resistencia a la renovación. La
mayoría suele conformarse con lo viejo conocido; pero, lo que no ha cambiado y
sigue vigente es ganar votos y construir poder.
A pesar de los cambios y de la evolución del mundo, hay
acontecimientos similares que suceden una y otra vez por razones que son
básicamente los mismos.
Auges y caídas de distintos partidos, ciclos políticos de
éxito o fracaso, nos dan pie para señalar que patrones históricos podrían
repetirse en el presente o en el futuro; pues, lo que cambia son las
circunstancias, los personajes, los discursos, la tecnología que emplean, el
número de partidos que participan, pero no las dinámicas, que son básicamente
las mismas y nos trasladan a la idea del eterno retorno.
Nuestra patria, el Perú, demanda ahora de un gobierno que
comprenda como vive, piensa y siente la gente de hoy, que comprenda como
capturar la atención en un mundo tan fragmentado donde falta liderazgo,
confianza y hacer política seria en tiempos revueltos.
El APRA si puede lograrlo, porque el APRA si sabe cómo hacerlo; el gobierno exitoso del 2006 al 2011 del Presidente Alan García, es una muestra.
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