EL EMBALSE LA CALZADA - POR: CIRO SALAZAR MONTAÑO


Hace más de 04 décadas que los agricultores de Túcume, Íllimo, Pacora y Jayanca, usuarios del rio La Leche, ante la carencia del recurso hídrico para el riego de sus parcelas y motivados por un estudio elaborado por la empresa “D León Consulting Engineers”, sobre el Embalse La Calzada, vienen exigiendo que se haga realidad. Clamor que recogió el Ing. Franco Carpio Guerrero, ex congresista de la Republica, y la canalizó hasta lograr en el año 2,009, que se declare su construcción de interés pública a través de la Ley N°29359.

El proyecto contempla que se construya un embalse dentro del cauce del Rio La Leche, para almacenar agua en un aprox.70 millones de metros cúbicos (MMC); con el objeto de regular la distribución del recurso hídrico para el riego, y con fines de prevención de desastres, mediante el laminado el flujo de agua en la taza de almacenamiento, especialmente ante la presencia del Fenómeno El Niño (FEN).

El Río La Leche, nace de la confluencia del rio Moyan (Incawasi) y del rio Sangana (Miracosta-Chota) y el embalse La Calzada, está proyectada aguas abajo, a la altura del caserío del mismo nombre, a 74 Km de la ciudad de Chiclayo.

El problema principal que genera el rio, es su reiterado desborde e inundaciones que se produce, especialmente ante eventos extraordinarios, como el FEN y el Niño Costero, quienes reportaron avenidas máximas de 1,100 m3/seg y 400 m3/seg, respectivamente, debido a la excesiva colmatación de sedimentos en su lecho, producto de su transporte por arrastre y en suspensión, desde la parte alta hasta la baja del río. Causa principal que se agrava por los barrajes existentes (retenciones transversales en el cauce) de las bocatomas: “Huaca de la Cruz” y “San Isidro”. Situación problemática que disminuye la capacidad hidráulica del cauce, produciéndose la erosión y el desborde del agua por las riberas y por ende la inundación de las unidades productoras de bienes y servicios (infraestructura pública y privada y terrenos agrícolas etc.).

Si el funcionamiento del embalse, beneficia con la mejora del riego a 27,500 hectáreas (has) distribuidos en 7,300 agricultores; su ejecución física afecta directamente aprox. a 100 agricultores, cuyas 300 has ubicados en los caseríos: La Calera, La Calzada y Mochumi alto y bajo, se inundarían con el agua del embalse. Por lo que consecuentemente se oponen a que el proyecto se construya en medio del cauce.



En este intento de hacer realidad el proyecto, participaron: La Mancomunidad de Municipalidades del Valle La Leche y el Comité de Gestión del Embalse, con algunos avances pero con evidente desunión institucional y por ende sin la fortaleza necesaria para afrontar el problema social latente de la oposición. El Gobierno Regional y el Proyecto Especial Olmos y Tinajones (PEOT), primero cambiaron el nombre del proyecto: “Mejoramiento del Sistema de Riego y Control de Inundaciones en el Valle La Leche”, y asumieron la titularidad de la gestión para hacer realidad el proyecto, luego el año 2013 lograron que el MINAGRI, transfiera la partida de S/. 4´738,378, al Programa Subsectorial de Irrigaciones –PSI, para financiar la elaboración del estudio a nivel de Perfil, pero no se concretó, por la ejecución de una estrategia inapropiada de sensibilización y de resarcimiento de daños a los afectados (Como se ha efectuado en proyectos similares: Jequtepeque, Olmos  otros). Ante esta oposición y el fortalecimiento de la negativa, el PEOT, plantea en su reemplazo la siguiente alternativa: La construcción de tres (03) embalses, “Calicantro” (25 MMC), a la margen derecha del rio La Leche  y dos en sus respectivos cauces; “Laquipampa” (10 MMC), en el rio Moyan y en el río Sangana el“Yavis” (100 MMC).


Desde el FEN 1983, el Estado Peruano casi todos los años, viene ejecutando una serie de inversiones en el Rio La Leche, pero casi siempre accionando sobre los efectos, es decir en los tramos erosionados, sin eliminar la causa que originó la erosión. Y ante el fracaso del “Programa de Prevención” del 2015-2016, entre otros, en el rio La Leche se ejecutó, actividades de descolmatación de sedimentos por + de 10 millones de soles, arrimando el material del lecho hacia los bordos, mayormente arenilla, que luego de las avenidas han vuelto a su lecho. Y últimamente el haber quedado el cauce del rio La Leche como una “coladera”, con muchos damnificados y afectados, y en el marco de la Reconstrucción con cambios (RCC) ha recobrado prioridad e interés pública hacer realidad el Embalse La Calzada, como alternativa de control de inundaciones, para no esperar mayores desgracias de las que reportó el Niño Costero, cuyo avenida máxima fue menos del 50% de la que se presentó en el FEN 1998.

El PEOT, persiste en su alternativa de los tres embalses que suman 45 MMC, el Comité de Gestión insiste en la propuesta primigenia del embalse La Calzada (70 MMC), el Ministro de Agricultura y Riego, indicó que NO se ha conseguido la Licencia Social, es decir la venia de los afectados y nos dejó el mensaje: “Vamos a analizar si los tres embalses propuestos pueden controlar las avenidas del Rio La Leche”, obviamente debe ser en un FEN.

Si efectuamos un somero análisis: El embalse “Calicantro”, proyectado a la margen derecha del rio y con una toma de captación de 10 m3/seg., caudal que resulta el 1% del máximo y por tanto el embalse solo serviría para regular el riego, pero NO como prevención de desastres; “Laquipampa”, en el FEN 1998, el rio Moyan, la avenida máxima fue de 580 m3/seg. (Estación de Puchaca), en el mejor de los casos, con el embalse vacío, se llenaría en 5 horas y luego continuaría el mismo caudal arrasador. Ídem, con el “Yavis” del rio Sangana. Por tanto NO servirían como medidas de control de inundaciones. Es decir, que la respuesta del MINAGRI, podría ser negativa. Aunque también la Calzada con el caudal de 1000 m3/seg., se llenaría en 19 horas.

Ante este escenario negativo para el control de inundaciones, es positivo que analicemos otras alternativas que apunten a controlar las inundaciones que genera el Rio La Leche. Reitero que la causa principal, son los sedimentos que se almacenan mayormente en las partes convexas (interna) de las curvas del cauce del rio, disminuyendo su ancho y por ende aumenta la velocidad, que impacta, erosiona y desborda.


Si la causa son los sedimentos, entonces corresponde identificar la fuente generadora y en este caso se merece una evaluación y ejecución de la conservación de suelos en la franja de cerros que bordea al cauce del rio Moyan, con la ejecución de actividades de Reforestación, Siembra de agua, etc. para evitar que los sedimentos de los suelos erosionados lleguen al cauce del rio (huaycos y/o deslizamientos). No ejecutar la reforestación, si se presentara el escenario de los embalses proyectados en el cauce, también terminarían colmatados. Siempre en el rio La Leche, en máximas avenidas hemos presenciado la conducción de aguas turbias, por los sedimentos que transporta. Por lo que recomiendo que esta actividad de Reforestación, cuyos beneficios son múltiples, requiere urgente atención y se debe aprovechar la experticia e insumos que posee Agrorural para que lo ejecute. Propuesta que no exime: la evaluación de la erosión de las riberas y protección de nuestra riqueza arqueológica del Bosque de Pomac; la mejora del funcionamiento hidráulico de los barrajes de la bocatomas precitadas; la eliminación de los sólidos del lecho colmatado y el tratamiento estructural (defensas ribereñas) de los tramos críticos. Es decir, el estudio y ejecución del tratamiento integral del Rio La Leche, debe iniciarse ya! Y no mantenernos estáticos en el problema de la “licencia social” y en todo caso, ponerla en una cuerda paralela para un mejor trato y acuerdos, para luego de ellos, recién iniciar los estudios de pre inversión e inversión, en el marco del Invierte.pe y Ley de Contrataciones, cuyos procesos demandarían un plazo mayor de la vigencia de la RCC.   
   


Siendo el valle La Leche deficitario de agua para riego, el poco caudal que transporta en época de estiaje, en la parte alta del río su manejo y/o regulación, es difícil por la inexistencia de obras de captación que permitan regular el riego, todas ellas son tomas directas y los canales de primer orden: Mochumi Viejo, Mayascong, Batangrande ( a nivel de Perfil viable), El Palto ( Expediente Técnico aprobado) y los secundarios, que atienden a +3000 has, son de tierra y su eficiencia de riego es en promedio el 50%, es decir se pierde el 50% de agua restante. Por tanto es contraproducente e inaceptable, que en la parte alta, en estos canales NO exista un m2 de revestimiento de canal, que mejore la eficiencia de conducción y distribución, y que el escaso recurso hídrico se maneje ineficientemente, desperdiciando el agua que los agricultores de la parte la imploran para sus cultivos de subsistencia.

¡Es momento de actuar ya, avancemos porque el FEN no lo podemos evitar pero si mitigar sus efectos destructivos. Dejemos de botar todos los años nuestra plata al rio, solo con la descolmatación de sólidos, que es un atenuante pero no soluciona el problema ni evita los daños y sufrimientos de muchos peruanos !!!   

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