Por: Brennan Barboza Bravo
Gracias a un delicado y exitoso procedimiento médico de alta
complejidad, una madre de 38 años, procedente de la provincia cajamarquina de
Jaén, pudo continuar con su embarazo de alto riesgo luego de que especialistas
del hospital Almanzor Aguinaga Asenjo, de la Red Prestacional Lambayeque de
EsSalud, le extrajeran 4 litros de líquido amniótico de su útero.
Así lo informó el gerente de la Red Prestacional Lambayeque
de EsSalud, Dr. Segundo Zavaleta Gonzales, señalando que la gestante llegó de
emergencia al hospital con 34 semanas de embarazo, presentando una severa
acumulación de líquido amniótico (polihidramnios), además de derrame pleural
fetal y estenosis duodenal fetal; indicando que estas condiciones no solo
ponían en riesgo su vida, sino también la del bebé que espera con tanta
ilusión.
Al evaluar el delicado estado de salud de la paciente, el
equipo de médicos, liderado por el jefe del Departamento de Gineco-Obstetricia
del hospital Almanzor Aguinaga Asenjo, Gonzalo Gamboa Cortijo, y el coordinador
de la Unidad de Medicina Fetal, Manuel Paiba Samamé, con el apoyo de Carlos
Alva Meneses, quien ha sido formado en el hospital, y Juan Escalante Montoya,
decidió intervenir de inmediato, realizando dos procedimientos altamente
especializados: un amniodrenaje, para reducir el exceso de líquido amniótico, y
una toracocentesis fetal intrauterina, mediante la cual también se logró
extraer 60 mililitros de líquido del tórax del bebé aún en el vientre.
“Era un caso muy complejo, pero no podíamos esperar. Cada
minuto contaba para proteger a la madre y al feto”, explicó el Dr. Manuel
Paiba; precisando que, gracias a la intervención realizada, se logró
estabilizar a la gestante y darle más tiempo al bebé para seguir
desarrollándose con normalidad en el útero.
Por su parte, la gestante, con voz entrecortada por la
emoción, expresó su gratitud a los médicos que la atendieron: “Pensé que iba a
perder a mi bebé. Cuando los médicos me dijeron que había esperanza y que
harían todo lo posible por salvarnos, solo pude confiar. Hoy estoy viva y mi
hijito sigue luchando dentro de mí. Nunca voy a olvidar lo que hicieron por
nosotros”.
Se dio a conocer que, actualmente, el equipo médico
multidisciplinario continúa monitoreando de forma intensiva la evolución de la
paciente, esperando que el embarazo llegue, al menos, a las 37 semanas para
programar una cesárea segura.
Este caso es un claro ejemplo del compromiso, preparación y
calidez humana del personal de EsSalud, que día a día enfrenta los desafíos de
la medicina con dedicación y corazón. Gracias a su oportuna intervención, una
madre puede seguir soñando con tener pronto a su bebé en brazos.
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