Foto: Andina |
El gol más importante para 30 millones de peruanos y de la
vida de un futbolista que hace un año parecía lejos de volver a vestir la
casaquilla nacional.
Con ese tanto, y la buena actuación cumplida anoche en el
Nacional, Farfán respondió así a la confianza que Ricardo Gareca le brindó
luego de tenerlo al margen de las convocatorias por su baja producción
futbolística y mayor aparición en otro tipo de noticias.
Farfán corrigió errores del pasado, volvió a centrar su vida
en su profesión, el fútbol y aprovechó la oportunidad de oro que tuvo en la
definición por el pase al mundial ante Nueva Zelanda. Era su noche, tenía que
ser su noche, y no desentonó.
La dedicatoria a Paolo Guerrero
Y así, en ese disparo con pierna derecha en el minuto 27 se
fueron todos los demonios, los personales, los de Farfán y los de 30 millones
que anhelaban ver a Perú en un mundial, pero también iba consigo el mensaje al
amigo, al hermano que el fútbol le supo dar: Paolo Guerrero.
Suspendido por la FIFA por 30 días, Guerrero no estuvo
físicamente en la cancha pero sí en la mente y el corazón de cada uno de los
que acudieron al Nacional. Para él fue el gol de Farfán, y para él las lágrimas
que soltó al final del partido, con el 2-0 en el marcador, y el pasaje a Rusia
en el bolsillo.
"Gracias por el apoyo... De corazón Paolo, esto es para
ti, te lo prometí", dijo el hoy jugador del Lokomotiv.
Y después las lágrimas, pero no tristeza, como hace cuatro
años cuando Uruguay eliminó toda chance de que Perú vaya al Mundial Brasil
2014. Aquella vez, Farfán se fue destruido, bañado en llanto por haber querido
no haber podido. Anoche se pudo, celebra Farfán, celebra el Perú.
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