El liderazgo que ejerce Guerrero se hizo más patente desde
que fue suspendido durante treinta días por la FIFA de manera preventiva por
haber presentado un resultado analítico adverso en el control antidopaje que
pasó tras jugar el 5 de octubre frente a Argentina.
A pesar de sus intentos por revertir la sanción de la FIFA,
que rechazó un recurso extraordinario para que se le permita jugar los partidos
de repesca ante Nueva Zelanda, Guerrero se tuvo que conformar con ver desde
Brasil, donde juega en el Flamengo, la clasificación de su selección a Rusia
2018. Sin embargo, el capitán y goleador de Perú nunca estuvo ausente en las
expresiones de agradecimiento, solidaridad y cariño de los peruanos que el
miércoles abarrotaron el Estadio Nacional de Lima y corearon su nombre en todo
momento.
Luego de la histórica clasificación, Guerrero celebró en las
redes sociales que "el sueño de todos se hizo realidad" y dijo que
los peruanos están "hoy más unidos que nunca".
Inocencia
Esta unión parece unánime en su caso, ya que sus compañeros
en la selección y, en general, todos sus compatriotas están seguros de que
probará su inocencia de la acusación de dopaje y el próximo año estará en Rusia
al frente de su selección.
El optimismo lo resumió el viernes su compañero Jefferson
Farfán, el autor del primer gol en el 2-0 sobre Nueva Zelanda, quien declaró
que Guerrero "está convencido de que volverá al equipo para el
Mundial". Tras anotar su gol, Farfán recibió una camiseta con el número 9
que usa Guerrero en la selección y dedicó, entre lágrimas, la celebración al
compañero ausente.
Sus demás compañeros en la selección también hicieron
explícito su apoyo en sus declaraciones e incluso hicieron los trabajos de
calentamiento en la cancha del Estadio Nacional con camisetas con el rostro de
Guerrero y la frase "Fuerza Paolo".
Nadie fue ajeno al tema, ya que el seleccionador Ricardo
Gareca también destacó su importancia en la campaña de Perú y lo consideró
"un ídolo" con el que le gustaría contar en la cita mundialista.
En medio de la euforia por la clasificación, quien mejor
resumió la importancia de Guerrero en esta exitosa selección peruana fue el
asistente técnico Nolberto Solano, un talentoso volante que en los años 90 brilló
en el Boca Juniors de Diego Armando Maradona y en el fútbol inglés, pero no
logró acudir a un Mundial como jugador. "Estamos aquí gracias a Paolo
Guerrero", dijo Solano, antes de reiterar que todos los integrantes de la
selección peruana confían en su capitán y ahora desean que pueda resolver a su
favor la investigación.
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