El avión presidencial Air Force One aterrizó en la base
aérea de Yokota, a unos cuarenta kilómetros al oeste de Tokio, bajo un cielo
despejado.
En sus declaraciones ante los soldados estadounidenses y
japoneses, Trump también advirtió que "ningún dictador, ningún
régimen" debe subestimar a Estados Unidos.
Trump anunció a los periodistas a bordo del Air Force One
que espera reunirse con su homólogo ruso, Vladimir Putin, durante el viaje,
como parte de los intentos de la comunidad internacional para encontrar una
solución a la crisis con Corea del Norte.
"Creo que está previsto que nos reunamos con Putin,
claro. Queremos la ayuda de Putin con Corea del Norte, y vamos a estar
reuniéndonos con muchos líderes diferentes", dijo.
Trump también resaltó la solidez de su vínculo con Japón.
"Japón es un socio preciado y un aliado
crucial" de Estados Unidos, afirmó.
Este viaje, el primero de Trump por la región y el más largo
que ha efectuado un presidente estadounidense en 25 años, se produce después de
meses de tensión entre Washington y Pyongyang.
Después de Japón, Trump se dirigirá a Corea del Sur.
En Japón, Trump será recibido por su "amigo",
Shinzo Abe, el primer ministro con quien tiene un vínculo cercano desde que
éste viajara a Nueva York en noviembre de 2016, justo después de las
elecciones y antes incluso de su investidura como presidente
estadounidense.
Su estadía en Japón está prevista como el momento más
distendido del viaje y en el programa hay una partida de golf entre ambos
dirigentes e incluso está contemplado que el cantante popular "Pikotaro",
que saltó a la fama tras convertirse en una sensación en internet, acompañe la
cena.
Abe, que apoya la política de Trump de ejercer la máxima
presión posible sobre Corea del Norte, llega al encuentro con el espaldarazo de
las recientes elecciones, en las que su coalición se impuso con
contundencia.
Pyongyang ha amenazado a Japón con hundirlo y en dos
ocasiones misiles norcoreanos han sobrevolado su territorio.
"Lo único que Trump tiene que hacer es jugar golf, ya
que sabe que Japón va a seguir sin importar lo que pase. Todo ya ha sido
preparado con antelación", dijo a la AFP Tetsuro Kato, politólogo de la
Universidad de Hitotsubashi, con sede en Tokio.
'Apaciguamiento'
Aunque el contacto con Abe ha sido estrecho durante todas
las crisis por los misiles, después de que Pyongyang lanzó la segunda prueba
intercontinental en julio, Trump tardó varios días en hablar con el presidente
surcoreano, Moon Jae-in.
Los analistas atribuyen esta distancia a las posturas
disímiles que han adoptado ambos países: Japón ha defendido que "todas las
opciones" están abiertas, incluyendo la vía militar, mientras que Corea
del Sur ha apostado por dejar una puerta abierta al diálogo.
Trump calificó la postura de Moon como un
"apaciguamiento", un comentario efectuado en Twitter que no cayó bien
en la presidencia surcoreana.
"Las dos partes tienen sutiles diferencias en sus
posiciones", dijo Kim Hyun-Wook, profesor de la Academia Nacional de la
Diplomacia Coreana.
Publicar un comentario