Fotos: Andina |
Así lo informó el vicerrector académico de dicha casa de
estudios, Bernardo Nieto Castellanos, quien visitó el lugar y comprobó el serio
daño que sufrió la infraestructura por el reciente incendio que arrasó con gran
parte de ella.
“Pudo haberse dado una situación de mayores magnitudes por
la precaria situación de la población aledaña. Felizmente se controló el
incendio y no resultó afectada la población que allí reside”, expresó la
autoridad universitaria.
Nieto castellanos, quien estuvo acompañado por el
antropólogo Víctor Rangel Flores, director de la Escuela Profesional de
Arqueología; y el arqueólogo Alfredo Narváez Vargas, respaldó la propuesta de
una pronta organización de un colectivo que analice y vea las posibilidades de
elaborar propuestas multidisciplinarias innovadoras que permitan un mejor
manejo del territorio adyacente al complejo arqueológico Ventarrón.
También para optimizar las relaciones con los grupos de
interés –sobre todo con la empresa azucarera-; con el Ministerio de Cultura
para las tareas de conservación y preservación del patrimonio cultural; con los
ministerios de Ambiente y Agricultura, para erradicar las malas prácticas
agrícolas y contaminantes en la zona, entre otros aspectos.
“El sitio arqueológico de Ventarrón tiene aproximadamente
4,500 años de antigüedad. Cuenta con pinturas murales de un gran significado
histórico guardando en sus entrañas enormes secretos acerca de nuestras
tradiciones, de nuestra historia, de la importancia de estas tierras en el
desarrollo no solamente del Perú sino de toda nuestra América”, afirmó.
“…(sucedió) un voraz incendio que no solamente atacó al
complejo Ventarrón. Ha atacado nuestra historia, ha atacado nuestros orígenes.
Nos ha atacado a todos. Es un hecho, que debe entristecernos pero, sobre todo,
debe hacernos tomar una pausa en nuestro día a día, para cuestionar la
valoración que le damos (o mejor dicho, que no le estamos dando) a nuestra
historia, a nuestra arqueología, a todos estos sitios que son tan admirados y
tan estudiados por extranjeros, pero tan olvidados y tan poco valorizados por
nosotros mismos”, expresó.
Bernardo Nieto Castellanos remarcó que en su condición de
vicerrector académico puso a disposición los recursos que están a su alcance
"un voluntariado responsable de alumnos y de profesionales de nuestra alma
máter, para contribuir no solamente con la recuperación de Ventarrón, sino con
el estricto cuidado que debemos tener de todos los sitios arqueológicos que
tenemos en la región", concluyó.
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