Para el
experto del Instituto Nacional de Salud Mental son diversos
los factores que intervienen en el desarrollo de personalidades limítrofes o
psicopáticas, capaces de cometer un asesinato, como
el ocurrido el martes.
“No en todos
los casos el móvil del asesinato es la ambición. Estamos ante personas
que no están en el estándar de lo normal, que tienen un problema del odio mal
manejado, de gran resentimiento del hijo o la hija hacia el padre o la
madre”, comentó.
Explicó
que, por lo general, se trata de personas con un perfil psicopatológico
y de mal manejo de las emociones, específicamente las negativas, que
pueden llegar hasta el extremo de dar muerte a la persona que le dio la
vida.
“Hay un
perfil biológico, un defecto en el filtro de las emociones negativas en ciertas
áreas del cerebro y a esto se suman problemas en el estilo de crianza,
tal vez demasiado permisivo, que no ha sabido poner límites,dejando que el
chico exprese sus emociones de manera desordenada y sin que haya parámetros
correctos de crianza”, anotó.
Invitado
al programa Saludable Mente de Andina On Line, el especialista
sostuvo que este tipo de casos, de agresión o asesinato contra los padres,
ocurre cada vez con más frecuencia y hasta pueden contabilizarse: Uno o dos por
mes.
No permitir
berrinches
El
médico recomendó a los padres de familia no permitir que los hijos
hagan pataletas o berrinches y estar atentos si hay niños con problemas de conducta o mal manejo de las emociones,
en el entorno de la casa o el colegio, a fin de que reciban algún
tratamiento.
“Si no se
pone freno ahora, más tarde vamos a lamentar momentos como estos (la noticia
del asesinato). Existen chicos que pasan largo tiempo en juegos on
line, muy violentos, donde canalizan su energía, pero que no son saludables.
No solo es corregir o castigar, es importante que estos chicos reciban también
afecto y cariño, que muchas veces falta en las familias disfuncionales”,
sostuvo.
Dijo
que lo peor ante problemas de comportamiento, ya sea infantiles o
adolescentes, es la negación o el ocultamiento, no hablar porque “qué
dirá la familia, el barrio”, que es mejor enviarlos a otra parte, a otro
colegio, “dejando que el muchacho se vaya convirtiendo en un fututo
parricida”.
El
psiquiatra indicó que existen terapias para fortalecer el autocontrol, el mindfulness,
el ejercicio, entre otras opciones, para canalizar las emociones
negativas y evitar que se pierda el control, llegando a niveles de
agresión como los que lamentamos estos días.
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