TIERRA ARRASADA | POR: ELIAS DANIEL PINGLO RISCO


Desde miles de años atrás la política de tierra arrasada o tierra quemada ha sido utilizada para detener el paso de un ejército invasor en determinado territorio.

Con el cambiar de los tiempos puede también ser empleada para afectar los recursos que existen en un país con el propósito de luego adquirirlos al mínimo precio y construir sobre ello un nuevo emporio económico.

El abuso del imperio en las tierras del planeta en donde todavía queda algo de valor inmediato o futuro nos lleva a reflexionar sobre los voraces incendios que destruyen América del Sur y especialmente los territorios de Perú y Bolivia.

Por esa costumbre de repetir lo que alguien dijo y luego declararlo como cierto, se acusa a los campesinos de realizar prácticas incendiarias como un mecanismo para limpiar sus tierras de pastizales que les son perjudiciales.

Desde ese punto de vista, los mismos pobladores que claman desesperados por que el incendio destruye sus parcelas, termina con sus animales y los empuja directamente a la peor de las pobrezas, serían los reales culpables de su desgracia.

Pero lo que sucede en este tiempo y la velocidad con que se difunde el fuego, nos lleva a meditar sobre las coincidencias que hacen notar escandalosamente cómo la conquista de América puede utilizarse para garantizar alimentos y subsistencia para el poderoso país cuyos empresarios pasarán rápidamente de la cordial invitación viajera a los “ingenuos” mandatarios a la grosera prepotencia del uso de cualquiera de sus poderosos recursos para hacerse dueños de las tierras.

Tendrán justificaciones, pero no razones. El equilibrio vital de los bosques de América garantiza que el ciclo de su existencia esté garantizado para quienes vivimos en el lado de acá y nuestras familias.

Pero si el fuego destruye todo lo que conocemos, el futuro de los americanos estará señalado y decidido por los nuevos emperadores del planeta. Ya lo denunció un sacerdote en Jaén quien saca al frente la noticia de que algunos capturados por provocar el fuego ni siquiera son residentes en la zona ni han pertenecido jamás a la actividad del territorio y hasta serian extranjeros contratados sabrá Dios por quién.

Ello explica que las extensiones de incendios en el presente 2024 sean mucho mayores a todas las anteriores de mínimas dimensiones y que si podrían ser atribuidas a prácticas deficientes de nuestros paisanos.

Pero no, en estos casos alguien envía a personas a quienes les interesa arrasar las tierras para luego ofrecer comprarlas a sus posesionarios o adquirirlas al Estado al precio más barato que se pueda y luego, aprovechando las facilidades administrativas que ya se están dando en el país, utilizar simples declaraciones juradas para justificar el crecimiento de la frontera agrícola, de su frontera agrícola, con todas sus conveniencias y que pisotea y aplasta en la miseria a los anteriores habitantes de estas zonas afectadas.

¿Quiénes más estarían de acuerdo en este juego maquiavélico? ¿Será talvez esa la explicación de tantas invitaciones y paseos? ¿Juegan a eso los políticos que nos representan por ahora? ¿Se deben a eso los múltiples pretextos para no intervenir en el auxilio porque las medidas del fuego nos superan? ¿Habrá declaratorias de emergencia (sin recursos) a sabiendas de que ni siquiera se cuenta con equipos y personas preparadas para combatir este tipo de incendios? ¿Cuando todo ya esté consumado y consumido, aparecerán los billetes que compren silencio y entierren nuestro destino? ¿Los incendiarios de hoy serán los salvadores del mañana? Algo tienen que ver, a mi entender, los requerimientos de alimentos que el Asia necesita con urgencia. Ya instalaron puertos, ahora falta asegurar la provisión.

Nada mejor entonces que la tierra arrasada para impedir cualquier insurrección o reclamo. Seguramente los defensores del territorio pasarán rápidamente a ser considerados subversivos y una vez encerrados los presuntos cabecillas, la prepotencia del discurso oficial los acusará de ser enemigos del crecimiento económico y, por tanto, elementos que deben pasar decenas de años en prisión o una eternidad en el cementerio. Tierra arrasada, la política del abuso sin misericordia y los alaridos de su prepotencia. Tierra arrasada, por allí va la felonía de los viajeros de estos tiempos.

Compartir:

Publicar un comentario

 
Designed by OddThemes & Best Wordpress Themes 2018
Copyright © Semanario Clarin Chiclayo | Contacto | Acerca De