(Altavoz) “Si a mí me pasa algo, va a ser responsabilidad absoluta del Poder
Judicial que liberó a este sujeto y del Ministerio Público que no trabajó para
defender a una víctima”.
Así se ha pronunciado la periodista y presentadora de noticias
Melissa Peschiera, quien ha denunciado un caso de acoso en su contra y contra
su familia por parte del ciudadano Carlos Andrade Veteta.
El caso tomó visibilizada el fin de semana, después de que el
hombre fuera atrapado por la Policía. En ese momento, Peschiera denunció que el
acosador, que sufriría de alteraciones mentales y que merodea y toma fotos de
su residencia de la periodista, no fue recibido por la fiscalía por ser día feriado.
Horas más tarde, la periodista reveló que gracias a la presión, el
hombre había sido finalmente recibido. Sin embargo, al día siguiente -domingo,
15 de abril-, fue liberado por la fiscalía.
“El primer fiscal de la Dirincri me estaba haciendo una serie de
preguntas y al final me dice ‘¿sabes qué? Lo más importante para el ser humano
es su libertad’. Yo le dije ‘sí, alguien me entiende, señor fiscal, porque yo
no tengo libertad’. ‘No -me dijo-. Un momentito. Yo no me refiero a usted, sino
al victimario, a la persona que denuncia. No le podemos quitar la libertad a
él'”, explicó Peschiera.
“Yo represento a esas mujeres que no son escuchadas, que no
reciben justicia. Si yo no la he recibido, imagínate lo que pasa con esas
mujeres que no tienen pantalla, que no tienen voz”, apuntó la mujer en el
programa dominical “Cuarto Poder”.
“Yo no estoy pidiendo que lo manden a un penal, la madre ya no le
da sus pastillas para la esquizofrenia, es el juez que ve este caso decidir el
internamiento de un hospital psiquiátrico y tenerlo
controlado. Me siento desamparada por la Fiscalía, estoy abandonada por las
autoridades, esto le pasa a muchas mujeres”, agregó.
EL DATO
Sobre el caso, la Clínica Jurídica en Discapacidad y Derechos
Humanos de la PUCP indicó a través de un comunicado que “el internamiento
involuntario es una forma de privación de libertad. Como tal, es una medida de
última ratio, que únicamente puede provenir de un juez luego de un proceso
judicial en el que se determine la inimputabilidad y que respete todas las
garantías: probar, ser oído, contar con abogado, etc. En ese sentido, no
debería suceder de un día para otro”.
“La discapacidad psicosocial no vuelve a una persona más propensa
a cometer acoso. Las prácticas de acoso provienen de una sociedad y educación
patriarcales que no enseñan adecuadamente el respeto al consentimiento de la
mujer y no a condiciones de salud mental”, rematan.
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