- DOMINGO LEÓN, HIZO LOS ESTUDIOS SOBRE LA VIABILIDAD DEL PROYECTO LA CALZADA SOBRE EL RÍO LA LE CHE, FINANCIADOS POR ESTADOS UNIDOS.
- GOBIERNO REGIONAL DIRIGDO POR YEHUDE SIMON ENCARPETÓ EL PROYECTO LA CALZADA DESDE EL AÑO 2009
- Hay personas que se esfuerzan por aprender a pie de letra los postulados de un ideario político, pero hay otras que se encargan de llevarlos a la práctica.
- El arquitecto opinaba que siempre falto decisión política y capacidad técnica como planificar el desarrollo de la ciudad.
- Los postulados de Fernando Belaunde Terry, fundador de Acción Popular, fueron siempre dotar a los pueblos de infraestructura para el desarrollo y a las familias de viviendas dignas.
- Benigno León Escurra fue uno de los hombres que se encargó de hacer esos planteamientos realidad. Su partida, temprana y sorpresiva, deja un hondo vacío entre los profesionales lambayecanos preocupados siempre por la planificación y el progreso.
(SemanarioExpresion) El arquitecto Benigno León Escurra, a quien conocía desde hace años
precisamente a raíz del trabajo que este realizó como Director Regional de
Vivienda en el gobierno de Fernando Belaúnde Terry.
El arquitecto León
aceptó la entrevista, no sin antes precisar que después de 35 años volvía a
hablar de aquellos aspectos que cuando le tocó trabajar para el Estado él y sus
colaboradores habían advertido y planificado, pero que ni los gobiernos
siguientes ni los entes profesionales habían tomado en cuenta, siendo el caos
de la capital departamental el resultado de ese desinterés.
A juicio nuestro, León Escurra estaba autorizado para
desmenuzar cada aspecto de la ciudad. Entre 1972 y 1980 había trabajado como
director de Planeamiento y Urbanismo del municipio de Chiclayo, luego entre el
80 y el 85 como director regional de Vivienda, y había estudiado Desarrollo
Urbano y Mejoramiento del Hábitat becado por el Banco Mundial.
Claro en sus ideas, habló sobre el impacto que tuvo sobre la
ciudad el crecimiento de los pueblos jóvenes alentados por la dictadura de
Velasco Alvarado a través del SINAMOS y la manera en la que se dejó de pensar
en la expansión horizontal, dejando de lado proyectos para la construcción de
mercados como en algún momento lo fue el AZ, en el distrito de La Victoria,
para la población sur, o el complejo de Moshoqueque, al norte, en José Leonardo
Ortiz, proyectándose en aquella época el descongestionamiento comercial del
centro de la ciudad, problema que a nuestros días sigue intacto.
Resultados de su trabajo hubo. Se hizo posible la construcción del Centro Cívico, donde hoy están la
biblioteca municipal, el Poder Judicial, el Banco de la Nación, las fiscalías,
la SUNAT y SERPOST. Una de las acciones cumplidas fue la expropiación del
Grifo Cuchi Quiñones, que se ubicaba en la esquina de lo que es hoy el Banco de
la Nación e impedía la conexión de las avenidas José Leonardo Ortiz y Lora y
Lora.
Planificar la ciudad en aquel entonces fue posible gracias a
un préstamo hecho al Banco de la Nación, el mismo que fue pagado por la gestión
municipal de Gerardo Pastor Boggiano. Se logró prolongar la Avenida Balta Sur
hasta conectarla con la Avenida Garcilaso, dando nacimiento a la conocida
Cuadra Cero, se proyectó lo que es hoy la Avenida Leguía para unir a Chiclayo
con el barrio de San Carlos, hoy distrito de José Leonardo Ortiz, y al concluir
la alcaldía de Pastor Boggiano el nuevo alcalde Enrique Woyke continúo la obra
y el plan director formulado dando nacimiento a la Avenida Mariscal Nieto.
Benigno León o “El
zambo”, como lo han conocido sus amigos, fue impulsor de otras grandes
obras para Chiclayo y el departamento. El Parque Zonal de La Victoria es
resultado de su plan director, al igual que la prolongación de la Avenida
Elvira García hasta el Óvalo Santa Elena, que casualmente fue el primero de
Chiclayo. Trunca quedó al prolongación de la Avenida Libertad, que según me
contó no debió morir en su cruce con Grau, y así otras obras, ensanches y
habilitaciones más.
Gran constructor
Hablar de Benigno León es citar que fue artífice de las
primeras residenciales de Chiclayo como Pascual Saco, Diego Ferré, Karl Weiss o
urbanizaciones como Cerropón siendo Director Regional de Vivienda, cargo desde
el que también gestionó y logró la independización de la empresa del agua
potable, hoy EPSEL.
El presidente
Belaunde, que había sido su maestro y amigo personal, le confió un cargo que –
según me contó en diciembre del 2018 – no tenía función fija: Director de
Servicios Público. “Me dijo: ‘Benigno,
te vas a encargar de monitorear todo’, y yo obediente, lo hice”, recordó.
Entrañable amigo de otro gran lambayecano como lo fue Aurelio Matute Proaño, Benigno León
ayudó a encarar los efectos de El Niño del 83, rehabilitando la infraestructura
dañada y poniendo en funcionamiento los puentes Machuca, La Leche, Motupe y
Anchovira afectados por los ríos.
Otra obra en la que tuvo una participación directa fue en la
construcción de la Autopista Chiclayo – Lambayeque, que con justicia lleva hoy
el nombre de su padre, Domingo León Bernuy, pionero del transporte
interprovincial entre ambas ciudades. A fines del año pasado me llamó para
darme la noticia de la decisión adoptada por el municipio de Lambayeque de
rendir homenaje a su progenitor con la denominación de la vía.
Aproveché para que me cuente más momentos de
su trabajo en el gobierno de Belaunde. Recuerdo dos de esa conversación. Me
dijo que si la obra pública fue planificada en el gobierno del arquitecto fue
porque llegó con un equipo mentalizado en el desarrollo, muchos de ellos sus
exalumnos en la UNI. Uno de ellos fue Benigno.
El año pasado, cuando
nos entregó de manera exclusiva los estudios realizados por su hermano Domingo y un grupo de expertos sobre la
viabilidad de la represa La Calzada, sobre el río La Leche, financiados por el
gobierno de los Estados Unidos y encarpetados en el Gobierno Regional de
Lambayeque desde el 2008.
No dudo al afirmar que con la muerte de Benigno León
Lambayeque ha perdido a una de sus mentes más lúcidas respecto al desarrollo y
planificación. Como consuelo nos queda la honestidad
de sus actos y saber que en cada espacio de este departamento, hambriento
de progreso, hay algún obra pensada por él.
El martes 9 de abril,
el corazón de Benigno León, un joven de 75 años de edad, dejó de latir, pero no
de sentir amor por la tierra que lo vio nacer.
Publicar un comentario