(Andina) No son horas fáciles para el 'Tigre' Ricardo Gareca. El 5-0
que Perú sufrió de manos de Brasil dejó malherido al entrenador argentino.
Uruguay aparece ahora amenazante en los cuartos de final de la Copa América.
¿Un nuevo resbalón podría significar su despedida de Lima?
Bien es sabido en el planeta fútbol que los resultados
condicionan la continuidad de los técnicos. Extraños son los casos cuando éstos
permanecen en los banquillos acumulando derrotas o malas campañas. Los romances
se acaban sino hay victorias o títulos.
Pareciera ser el caso de Gareca. El 'Tigre' llegó al
seleccionado inca en marzo de 2015 con la única intención de clasificar a ese
país al Mundial Rusia-2018. Y lo logró. Perú regresó a una Copa del Mundo 36
años después de su última participación en España-1982.
No importaron las derrotas ante Dinamarca (0-1) y Francia
(0-1), a las que Perú puso a correr con buen fútbol. Todo se celebró, de la
misma forma como el 2-0 a Australia en el último partido del grupo.
Rusia significó la graduación de Gareca en la élite, y
también para sus jugadores. Ya eran mundialistas. Y como mundialista se les iba
a exigir a la selección en cualquier escenario.
BALANCE QUE NO
ACOMPAÑA
Pero los resultados no han sido buenos. Perú disputó diez
partidos amistosos desde septiembre de 2018 preparando el camino para la Copa
América Brasil-2019. El saldo fue tres ganados, uno empatado y seis perdidos.
Un rendimiento del 33,33%.
Y en la Copa esos números se vieron reflejados: empate 0-0
con Venezuela, victoria 3-1 sobre Bolivia y derrota 5-0 ante la Seleçao. Ahora
sigue Uruguay en los cuartos de final, a los que los incas accedieron como uno
de los mejores terceros del torneo.
A pesar de los resultados en la preparación, en Perú no se
discutía en voz alta el rendimiento del seleccionado.
Una encuesta contratada por el diario El Comercio de Lima
días previos al inicio de la Copa arrojó que un 84% aprobaba la gestión de
Gareca, mientras que un 25% aseguró que los incas podrían llegar hasta las
semifinales.
Las cosas cambiaron apenas rodó la pelota para los peruanos
y mucho más después de la humillación ante Brasil.
"Asumo toda la responsabilidad yo, que soy el conductor
y fue el que planteó el partido", dijo Gareca. "Para un resultado de
esta naturaleza hay que replantear muchas cosas", anotó.
SIEMPRE GUERRERO
El rendimiento de varios de los principales jugadores de
Perú no ha sido el esperado.
Sólo Paolo Guerrero, con sus 35 años encima, fue el que
llegó en un nivel ideal de competencia, rompiendo redes en el Brasileirao y en
la Copa Libertadores con el Internacional de Porto Alegre. El resto del plantel
está debiendo.
Frente al desafío que representa la Celeste con Luis Suárez
y Edison Cavani en el frente de ataque, el DT prepara varios cambios en la
formación que utilizó ante el combinado anfitrión y retornar al dibujo táctico
4-2-3-1, y más aún con la baja definitiva por lesión de la 'Foquita' Jefferson
Farfán.
Gallese se mantendría en el arco a pesar de sus gruesos
errores ante Brasil y los defensas centrales que actuarían ante los charrúas
serían Carlos Zambrano y Ánderson Santamaría en vez de Luis Abram y Miguel
Araujo.
André Carrillo se perfila para actuar por derecha en una
segunda línea de tres volantes, en la que también estaría Edison Flores
trabajando por la izquierda. El doble '5' será tarea de Yoshimar Yotún y Renato
Tapia.
Gareca sabe que el partido ante Uruguay podría marcar su
destino en Perú, pero también es cierto que de sus 23 guerreros en Brasil el
único que ha puesto la cara por el entrenador en el campo es Paolo.

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