Ingeniero hidráulico Pablo Ferradas advierte que, en el
contrato de concesión, se omitió recomendar que la purga de sedimento a través
de los conductos de purga debería complementarse con una solución mecánica
(dragado)
Ha pasado 10 años desde que se iniciaron las operaciones del
Proyecto de Irrigación Olmos, acontecimiento que convirtió una parte del
desierto de la región Lambayeque en tierras fértiles en la que se siembra y
cosecha productos para la agroexportación, pero al parecer ahora nadie quiere
hablar sobre los logros que viene generando solo la primera etapa de esta mega
obra y esto se debería porque en 6 meses se vence el contrato de concesión para
la operación de la trasvase de la referida infraestructura hidráulica.
Actualmente la operación del Trasvase del Proyecto Olmos es
administrada por la Concesionaria Trasvase Olmos (CTO) -en adelante
concesionaria-, sin embargo a vísperas de una campaña electoral que coincide
con el vencimiento del contrato de concesión, han aparecido políticos,
profesionales, dirigentes y periodistas que sin tener experiencia en obras
hidráulicas responsabilizan a CTO de que la Presa Limón está sedimentada por
falta de operación y mantenimiento. Supuestamente que la concesionaria
incumplió con sus obligaciones contractuales y que ahora e embalse sufre de una sedimentación
acelerada.
Buscando una opinión técnica y sin intereses políticos, el
Dato Lambayeque entrevistó al especialista Pablo Ferradas Luna, un ingeniero
hidráulico que tiene casi 50 años de experiencia trabajando en proyectos
hidraúlicos y principalmente en proyectos hidroeléctricos. El experto habló
sobre el origen de porque ahora la Presa Limón está sedimentada y que es por la
ocurrencia de eventos extraordinarios impredecibles e irresistibles.
Para el ingeniero Pablo Ferradas, la sedimentación del
embalse Limón que es la principal infraestructura del Proyecto Integral Olmos
es un problema originado por la presencia de cuatro eventos extraordinarios que
hicieron un aporte de unos 12 millones de metros cúbicos de sedimentos.
Para ponernos en contexto es importante mencionar que le
aporte anual del río Huancabamba en la sección de la presa Limón es de 850 MM3,
mientras que el proyecto en su primera etapa solo tiene un volumen de 44MM3, es
decir un cinco por ciento del total de la masa anual. Es decir se trata de
regular “una piscina en una tasa de agua”, razón por el cual el proceso de
manejo de sedimento que de por sí es complejo y complicado, se hace más
difícil, afirmó.
En este orden de ideas, al inicio de la operación del
proyecto de acuerdo con la batimetría ejecutada el embalse ya tenía 10MM3 de
sedimentos que sumados al aporte de sedimentos originadas por la presencia de
los cuatro eventos extraordinarios totalizan 22MM3 de sedimentos, es decir 50
por ciento del volumen total del embalse.
De acuerdo al contrato y la propuesta técnica de la
concesionaria, la purga se ejecuta a través de descargadores de fondo de 350
m3/seg., caudal que lamentablemente no puede descargarse aguas debajo de la
presa por la limitada capacidad hidráulica del cauce, considerado en 200
m3/seg., además por los daños ambientales y sociales asociados a estas
descargas y la afectación a la localidad de Pucará.
Queda claro que nadie es responsable de la presencia de
eventos extraordinarios, que se constituyen en eventos de fuerza mayor y no es
responsabilidad ni del concedente ni de la concesionaria.
De acuerdo con el estado actual del arte de la ingeniería en
el manejo de sedimentos en embalses, la solución es hidráulica (conducto de
purga), con purgas “a pelo libre” y mecánica a través de dragados,
lamentablemente lo último fue omitido en el contrato de concesión.
“Con todo este panorama actual se hace necesario e
imprescindible el recrecimiento de la presa Limón con el fin de conseguir una
mejor regulación de las aguas y de los sedimentos. A solo meses de concluir el
contrato de concesión del componente de trasvase y la presa limón, esta
recomendación adquiere el carácter de urgente.”, dijo Pablo Ferradas.
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