Vicepresidenta de
la Federación Internacional de Periodistas, comunicadora peruana Zuliana
Lainez, expone casos de colegas amenazados por autoridades.
Usted propone
“despenalizar la labor periodística”. ¿Cuáles son los fundamentos de ese
planteamiento?
Las estadísticas
nos demuestran que buena parte del poder político y económico, especialmente en
las regiones del país, utilizan las querellas contra periodistas como armas
para generar miedo o temor, y no necesariamente para resarcir honor, que
debería ser el espíritu inicial de una querella. Pero no, se utilizan para
establecer censura sobre determinados temas. Estamos en contra de las querellas
contra periodistas porque se ve afectado nuestro ejercicio.
¿En qué casos
intervino la Asociación Nacional de Periodistas del Perú (ANP)?
En muchos. Hemos
tenido casos en Pucallpa (Ucayali) donde un fiscal provincial querelló a un
periodista por difamación y ese periodista estuvo 18 meses preso. Hay otro caso
reciente en Huaura (Lima), donde un alcalde querelló a un periodista por
difamación y estuvo 20 días en prisión, y cuando lo fuimos a visitar nos
percatamos de que los funcionarios que acompañaban al alcalde decían a los
colegas: “Ten cuidado con lo que preguntas sino quieres hacerle compañía a tu
amigo”.
Uno de los
casos más terribles ocurrió en Ayacucho…
Tenemos el caso
de la estación Wari, donde un gobernador presentó 12 querellas contra los
trabajadores de esa radio, producto de su labor periodística. Ellos denunciaban
irregularidades en construcciones de hospitales, adjudicación de obras públicas
y más. Pero el gobernador se dio cuenta de que la mejor arma que tenía era la
querella. Lo peor de todo es que los periodistas no tenían el respaldo de un
medio de comunicación que pueda contratar un abogado para que los defienda, por
ello la ANP les brindó asesoría legal. Sin embargo, patrocinar la defensa de 35
querellas a lo largo de un año es costoso.
¿Por qué la
protección de fuentes es crucial para la labor periodística y vulnerarla atenta
contra nuestra profesión?
Uno de los
fundamentos del ejercicio periodístico es el secreto profesional. No es solo un
caso en particular, porque es uno de los principios fundamentales que
resguardan el quehacer periodístico. Tenemos todo el derecho de mantener la
reserva de nuestra fuente, porque una de las bases estructurales de la labor
periodística es esa. Recordemos que en este país es un derecho constitucional y
todo el ordenamiento jurídico internacional habla de ese derecho como principio
del ejercicio periodístico. Eso lo defenderemos en cualquier fuero.
Además se
trata de un pacto profesional…
Sí. Quienes
hacemos periodismo o lo hemos hecho sabemos que uno de los canales para que nos
llegue información se da porque esa fuente está convencida que vamos a cumplir
con el pacto profesional que tenemos para salvaguardar su identidad e
integridad. Muchas veces las fuentes vienen de adentro de una institución y
saben sobre las tramas de corrupción. Todo ello les provoca indignación y
confían en nosotros porque somos profesionales.
¿Cuál es la
postura de la ANP respecto a la publicidad estatal?
Muchas veces
pensamos que el periodismo está solo en Lima y no pensamos en los medios de comunicación
del interior del país. Preguntémonos: ¿Qué
pasa con la legislación de publicidad en las regiones? En Rioja (San
Martín) hay 50 programas informativos que exponen las noticias de su
región. ¿Cómo quedan estos medios si
viven del aviso judicial o de los
comunicados ediles? No solo hablemos de las cadenas nacionales, porque
existen 7,000 medios de comunicación en el Perú.
Aunque muchas
veces se utilizan para premiar o castigar la labor periodística…
Y no debería ser
así. Podemos seguir el modelo uruguayo, donde la publicidad no solo se define
por los niveles de audiencia, sino por proporcionalidad. La publicidad debe
circular de manera alternada entre varios medios y que fije topes para que no
solo uno, dos o tres medios manejen el 80 % de la publicidad en todo el país.
Es una fórmula para garantizar que muchas voces puedan existir. Hay que
entender que la publicidad no pertenece a las instituciones de turno porque se
paga con nuestros impuestos.
¿Considera
viable una ley de publicidad estatal proporcional?
Nuestra primera
intención es discutir una ley de publicidad estatal. Creo que ha sido un
problema de los gobiernos de Alberto Fujimori, Ollanta Humala, Alan García y
otros. La publicidad estatal se sigue usando como premio y castigo, y no se
puede continuar con ese modelo.
Se debe garantizar la alternancia.
Publicar un comentario