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| Fotos: Internet/Medios |
Por: Jaime Antezana Rivera - Analista en Temas Narcoterrorismo.
El pasado martes
9 de enero tras la toma de TC Canal de Guayaquil por 13 delincuentes, el
presidente Daniel Noboa declaro la existencia de un conflicto armado interno en
Ecuador. Un día antes, el 8 decreto estado de sitio.
Si el presidente
Noboa reconoció la existencia de un conflicto armado interno.
¿Quiénes iniciaron el conflicto armado o
guerra con Ecuador?
Las bandas criminales que operan en alianza
con los carteles mexicanos de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación la mafia
albanesa.
El reconocimiento
oficial del conflicto armado interno permitió que Noboa pueda ordenar la
intervención de las fuerzas armadas contra las bandas criminales (los Choneros,
Los Lobos, Los Tiguerones, etc.).
Mas exactamente
contra el crimen organizado.
Pero, para el
gobierno de Noboa la declaración del conflicto armado interno, al crimen
organizado le permite considerar a esas bandas criminales como terroristas y no
como simples delincuentes. O como actores no estatales, beligerantes.
Así, para el
gobierno de Ecuador las bandas criminales como los Choneros y los Lobos pasaron
a ser considerados terroristas. Esto no es nuevo. En Colombia entre 1982 hasta
la captura de Pablo Escobar, considero el accionar del cartel de Medellín como
terrorismo o narcoterrorismo.
En ese sentido
estricto, la decisión de Noboa es correcta. El crimen organizado y el
narcotráfico (las bandas criminales en Ecuador o las pandillas en El Salvador)
pueden desplegar acciones terroristas y poner en cuestión la seguridad nacional
y la democracia.
Ese es el
accionar que desplegaron las bandas criminales desde antes del asesinato de
Fernando Villavicencio, el 9 de agosto de 2023, hasta esa fecha. La cifra de
homicidios el año pasado patentizan eso:7,800 asesinato por sicariato,
convirtiendo al Ecuador en uno de los países más violentos del mundo.
Empero, el discurso de terrorismo no puede hacerles olvidar que es un terrorismo del crimen organizado y el narcotráfico. Es decir, de actividades criminales, económicas similares a las que comparten con otros países de la región, tráfico ilícito de drogas, minería ilegal del oro, extorsión, trata de personas, etc.
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