Herbert Spencer (1820 – 1903), filósofo inglés, señala que el progreso es inevitable en la sociedad, que las formas más bajas de la vida, evolucionan hacia formas elevadas. En otras palabras, cuando conoces un pueblo y después de un tiempo vuelves a visitar a ese mismo pueblo, notas que algo ha cambiado; a ese algo, Spencer, le llama; progreso.
Nuestro querido barrio de Túpac Amaru, fundado un 7 de noviembre de 1,968, se ubica en la parte nor oeste de la ciudad de Chiclayo y tiene aproximadamente 3,260 habitantes. Dentro de pocas semanas se inaugurará la pavimentación con concreto rígido en calles y avenidas, lo que genera satisfacción y mucha alegría en sus habitantes, porque va a mejorar significativamente las condiciones de vida de nuestra población, incrementará el valor de sus predios, mejorará el medio ambiente de este sector de la ciudad. Lo que contribuye notablemente a la salud pues, dejaremos de respirar viento con tierra y microbios.
La historia es la narración de los acontecimientos pasados y dignos de traerlos a la memoria, y siendo la fe, un conjunto de creencias de alguien, de un grupo de personas o de una multitud; podemos afirmar que la historias y el progreso de Túpac Amaru, siempre estuvo acompañado de la persistencia, de la fe, de notables ciudadanos que llevados por la necesidad de vivienda, ocuparon una área de nuestra ciudad y allí progresivamente construyeron sus moradas; allí gestaron sus sueños, sus ilusiones y esperanzas, sus alegrías y tristezas, allí formaron a su familia y también reflexionaron sobre sus éxitos o fracasos.
Nuestra morada, no importaba si el material era de quincha, lata, cartón o adobe, lo que importaba es que era nuestra, que nos costó luchas y sacrificios y que hoy orgullosamente vemos de material noble sus casas, sus calles y avenidas pavimentadas, lo que motiva a los vecinos para la mejor presentación de nuestro barrio. Han pasado 57 años de espera, pero valió la pena; hemos progresado y hemos construido una historia con persistencia y mucha fe.
En el momento de inauguración de la pavimentación, por favor, hagamos un gesto de reconocimiento y gratitud por los hombres y mujeres decididos y valientes que dieron los primeros pasos para fundar Túpac Amaru a José Orozco Zeta (1er Presidente), a Jesús Centurión Fernández (1er Teniente Gobernador), a Juan Mendoza Lezcano (1er Agente Municipal), a Valentina Saca Acosta (lideresa de nuestro barrio), a ella debemos la gestión para la construcción de la pavimentación y veredas, cuanta preocupación de Blanquita, como cariñosamente llamábamos y tantas veces apoyamos en sus inquietudes para el éxito de la gestión.
Reconocimiento y gratitud al padre Juan Tomis Stack, generoso sacerdote que edificó la Iglesia con los aportes que dieron sus amigos y conocidos estadounidenses, cuando falleció su querida madre; les pidió que en lugar de llevar flores, dieran un aporte económico para la construcción de la Santa Iglesia en el Pueblo Joven Tupac Amaru de Chiclayo - Perú, por eso decidimos que llevara el nombre de María Stack de Tomis, posteriormente, se le cambio a Iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, por decisión de las autoridades eclesiásticas.
Reconocimiento y gratitud al Dr., Guillermo Baca Aguinaga, que, siendo alcalde de Chiclayo, apoyo decididamente para la edificación de nuestro centro de salud; además, incluyó en el paquete de obras por el Sesquicentenario de Chiclayo, los parques Víctor Raúl Haya de la Torre y Juan Velasco Alvarado. Gestión que llevé a cabo siendo Presidente del P.J. Túpac Amaru.
En el parque Juan Velasco, se decidió construir un complejo deportivo, al que le pusimos el nombre de Tomas Solís Realiza, vecino nuestro y destacado periodista deportivo de nuestra ciudad. Este complejo deportivo se gestionó y construyó cuando me desempeñé como Regidor Provincial de Chiclayo, lo mismo que la pavimentación de la Av., Piura norte pues, ya tenía saneamiento nuevo.
Agradecimiento y gratitud a quienes construyeron con los materiales invisibles del alma, la fiesta patronal del Señor Cautivo de Ayabaca, que año a año aumenta la fe espiritual de nuestro pueblo. A tantos vecinos nuestros, hombres y mujeres, muchos de ellos duermen ahora en el reino de Dios, y en ellos cabe toda la gloria, el recuerdo y el llanto. ¡Que vivan todos!
A los jóvenes que tienen fe y esperanza de un mundo mejor, que tienen entusiasmo y mucha fuerza para continuar la teoría de Herbert Spencer, es decir, el progreso de nuestro pueblo; cuando llegue el relevo generacional que es inevitable.
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