Una investigación a fondo
revela una presunta red de contrabando de germoplasma, falsificación de
registros y tráfico de influencias que ha puesto a la raza patrimonio de la
nación al borde de una crisis de legitimidad sin precedentes. Documentos
oficiales y denuncias internas exponen cómo la Asociación encargada por el
Estado de custodiar la raza habría permitido la inscripción irregular de
clones, mientras criadores implicados responden con amenazas legales para
silenciar la fiscalización.
Bajo la fachada de prestigio y
tradición que rodea al Caballo Peruano de Paso, se ha gestado una operación
que, según graves denuncias internas, involucra delitos transnacionales, fraude
y una manipulación genética que amenaza con corromper el acervo genético de un
símbolo nacional. Una trama de contrabando de material genético hacia
Argentina, seguida de la inscripción fraudulenta de los clones resultantes en
el Perú como si fueran nacidos en el país, ha desatado una guerra interna en la
Asociación Nacional de Criadores y Propietarios de Caballos Peruanos de Paso
(ANCPCPP).
Este medio ha tenido acceso a
un expediente completo que documenta la cronología de la crisis, las
advertencias científicas ignoradas y el enfrentamiento directo entre los
fiscalizadores y los presuntos infractores. Lo que emerge es un panorama de
negligencia de las autoridades competentes tanto en Perú como en Argentina,
intereses económicos que arrollan la preservación de la raza y una audaz
estrategia de intimidación legal para asegurar la impunidad.
ANATOMÍA DE UN FRAUDE:
CONTRABANDO Y REGISTROS FALSIFICADOS
Bajo la fachada de prestigio y
tradición que rodea al Caballo Peruano de Paso, se ha gestado una operación
que, según graves denuncias internas, involucra delitos transnacionales, fraude
y una manipulación genética que amenaza con corromper el acervo genético de un
símbolo nacional.
Se habría enviado germoplasma
de forma ilegal a la Argentina para la clonación de animales, en abierta
violación de los protocolos sanitarios y patrimoniales que protegen a la raza.
La situación es más grave aún porque la normativa argentina exige que los
criadores originales otorguen su autorización para que un ejemplar sea clonado,
requisito que no se ha cumplido. En efecto, el Reglamento Genealógico del
Caballo Peruano de Paso exige que los criadores brinden su autorización del
ejemplar clonado; sin embargo, una empresa de nombre Clonargen habría hecho
caso omiso de este requisito. Ello compromete también a las autoridades
argentinas, especialmente al SENASA, que habría permitido el ingreso de
germoplasma de contrabando sin la debida fiscalización. Posteriormente, los
animales clonados en el extranjero habrían sido declarados como si hubiesen
nacido en el Perú, en un claro acto de falsificación dentro del Registro
Genealógico oficial. Peor aún, muchos de estos clones fueron transferidos a
terceros, a pesar de que la propia normativa de la Asociación lo prohíbe
expresamente.
A estas alturas, sabemos de la
existencia de comunicaciones de la Asociación Nacional a Senasa requiriendo información,
aunque de manera general sobre la exportación de germoplasma e importación de
caballos clonados; sin embargo, no hay respuesta alguna de esta entidad que
debería haber hecho a estas alturas ya una investigación formal para estos
actos que claramente tienen connotación penal.
¿COMPLICIDAD INSTITUCIONAL?
Aunque la clonación es el
centro del escándalo, las acciones de las entidades a cargo están bajo un
escrutinio severo. Una revisión de sus comunicados oficiales revela un patrón
de decisiones contradictorias que, en la práctica, terminaron por legitimar a
los mismos clones que hoy están en entredicho.
Paso 1: La Prohibición (Junio
2023). El 13 de junio de 2023, el Consejo Directivo anunció la
prohibición de inscribir clones para proteger la "variabilidad genética y
evolución de la raza". La decisión fue presentada como una medida de
protección, fundamentada en recomendaciones de expertos.
Paso 2: La Amnistía (Octubre
2023). Apenas cuatro meses después, en un giro inexplicable, el
11 de octubre de 2023, la ANCPCPP emitió un segundo comunicado. En él, se
solicitaba a los criadores que informaran sobre los clones que tuvieran
"con fecha anterior al 20 de junio de 2023". Esta convocatoria
funcionó como una amnistía de facto, creando una vía de escape para todos
aquellos que ya habían realizado o encargado clonaciones antes de la
prohibición formal. El plazo para esta declaración fue fijado para el 31 de
octubre de 2023.
Paso 3: La Legalización
(Diciembre 2023). El 18 de diciembre de 2023, el proceso de
legalización se consumó. El Consejo Directivo informó a la Junta Nacional del
Registro Genealógico sobre la aprobación del "Reglamento de Clones
existentes" y adjuntó la lista oficial de clones que serían aceptados.
Dicho reglamento, aunque prohibía la competencia y la transferencia de clones,
les otorgó un lugar legítimo en el libro genealógico de la raza. La lista
adjunta reveló la existencia de decenas de clones nacidos y en gestación
pertenecientes a un puñado de criaderos.
Este proceder ha generado una profunda desconfianza, pues la misma institución que prohibió una práctica por considerarla peligrosa, terminó creando un marco regulatorio a medida para los infractores preexistentes. Hacemos hincapié en que la actual directiva de la ANCPCPP es quien estaría batallando actualmente para lograr la transparencia de esta información.
LA ESTAFA CIENTÍFICA: CLONES
QUE NO SON CLONES
Más allá de la ilegalidad
administrativa, el escándalo tiene un componente de fraude científico. Los
criadores que utilizan esta técnica la presentan como una forma de replicar
ejemplares excepcionales. Sin embargo, la ciencia demuestra que esta premisa es
falsa.
El Dr. Sebastián Demyda Peyrás, genetista de la Universidad de Córdoba, advierte que los clones no son genéticamente idénticos al animal original. Durante la clonación, el clon recibe el ADN mitocondrial del óvulo de una yegua donante anónima, generalmente de matadero. Esto introduce ADN "foráneo" en el linaje, lo que el Dr. Peyrás denomina una "contaminación genética" que atenta contra el patrimonio de la raza.
Esta diferencia no es trivial. Un estudio científico sobre más de 80 caballos clonados, presentado en el congreso de ISAG en 2025, confirmó la existencia de "muchas diferencias en el ADN mitocondrial entre los diferentes clones de una misma fundadora". Los investigadores sugieren que esto puede ser una de las causas por las que "muchos de los caballos clonados no llegan a competir en el alto rendimiento", un dato demoledor que también se ha observado en el Polo Argentino, donde menos del 15% de los clones alcanzan el nivel de sus originales.
En esencia, se están
inscribiendo y potencialmente comercializando animales que no solo ponen en
riesgo el futuro genético de la raza por la endogamia y la falta de
variabilidad, sino que además son producto de una "contaminación"
genética y es poco probable que repliquen el éxito del original.
LA OFENSIVA LEGAL: AMENAZAS
PARA GARANTIZAR LA IMPUNIDAD
La crisis alcanzó su punto de ebullición cuando el Registro Genealógico, en un acto de fiscalización, detectó "incongruencias en la titularidad" de cinco clones. El 30 de mayo de 2025, se procedió a suspender el certificado del ejemplar JJ LA FORMULA CL-02 (YN-24141), propiedad registrada a nombre del Criadero Fernando Jarquín Pira, representado por José Roberto Risso de las Casas. La suspensión se debió a que la propiedad del clon se registró a nombre de un tercero, lo que equivale a una transferencia prohibida.
La respuesta fue una ofensiva
legal sin precedentes. En un recurso de apelación, el Sr. Risso de las Casas no
solo desestimó la sanción, sino que la atacó frontalmente, argumentando que:
- La prohibición de transferir
clones es "inconstitucional" por restringir su derecho a la
propiedad privada.
- El Jefe del Registro
Genealógico "carece de la atribución" para suspender un
certificado.
- Se ha violado su "derecho
al debido procedimiento".
La comunicación concluye con una amenaza directa: exige en un plazo de 72 horas que se levante la suspensión y se anule la prohibición de transferir clones. De lo contrario, advierte, se reserva el derecho de iniciar "las acciones legales" pertinentes.
Este accionar ha sido
calificado por otros asociados como una maniobra de tono
"intimidatorio". Para muchos, es la prueba de que los implicados
buscan amedrentar a la Asociación para que retroceda en sus labores de
fiscalización y les permita continuar operando con impunidad.
El silencio de las autoridades
competentes como SENASA y el Ministerio de Agricultura, que hasta
la fecha no han iniciado ninguna investigación oficial, es ensordecedor. La
ANCPCPP, depositaria de la confianza del Estado para proteger la raza, se
encuentra ahora en el ojo del huracán, enfrentada a una trama que amenaza con
destruir la credibilidad del Registro Genealógico y el futuro de un patrimonio
cultural de la Nación. La pregunta que resuena en los pasillos de la
institución es si cederá ante la presión o si estará a la altura de su mandato
histórico.
EL LLAMADO PENDIENTE
Lo que está en juego no es
solo la legalidad de ciertos registros, sino la preservación de un patrimonio
cultural de la Nación. La introducción de clones obtenidos mediante
contrabando, declarados falsamente como nacidos en el país y transferidos en
contra de las reglas, representa un deterioro sin precedentes para la raza.
Seguimos en el intento de búsqueda de información y de traslado de lo que
tenemos a nuestras filiales en Lima.
Es hora de que las autoridades tomen cartas en el asunto e investiguen con firmeza. De lo contrario, el futuro del Caballo Peruano de Paso podría verse comprometido para siempre.
Publicar un comentario