El futuro de las vacunas antigripales podría estar en
un parche diminuto y punzante. Los resultados de la fase 1 de un ensayo clínico publicados en la revista
médica The Lancet este martes consideraron
que la microaguja disoluble del parche gripal es “bien tolerada” y segura de
usar.
En lugar de recibir una vacuna contra la gripe con el
tradicional pinchazo de una jeringa, el pequeño parche viene con 100
microagujas que suministran la vacuna cuando se presiona sobre tu brazo.
“Es realmente muy pequeño, apenas si puedes verlo”,
dice la doctora Nadine Rouphael, profesora asociada de la Escuela de Medicina
de la Universidad Emory y autora principal de la prueba clínica, que se hizo en
colaboración con el Instituto de Tecnología de Georgia.
Ella describió las microagujas como algo tan minúsculo
que no causan tanto dolor como la vacuna tradicional contra la gripe; sin
embargo, de manera colectiva, estuvieron asociadas con picazón en el punto de
inyección durante el ensayo.
“También miramos la eficacia de la vacuna. ¿Es capaz
de inducir una respuesta inmune similar a la de una vacuna antigripal
tradicional? Y fue capaz, realmente”, dice Rouphael.
“(Las microagujas) se ponen en una estructura parecida
a una cura y luego esa cura es aplicada, en este caso, a la muñeca”, agrega.
“Cuando te lo pones y haces suficiente presión para asegurarte de que las
microagujas realmente penetrarán la piel oyes como un sonido. Luego de unos
minutos, removemos el parche. En ese momento, las microagujas se habrán
disuelto por completo entre la piel, junto con la vacuna”.
La misma persona puede aplicarlo
En el estudio clínico participaron 100 adultos
voluntarios que fueron vacunados entre junio y septiembre del 2015 en la
Clínica Esperanza del Centro de Vacunas de Emory, en Atlanta. Fueron separados
aleatoriamente en cuatro grupos antes de ser tratados.
Un grupo recibió una vacuna antigripal con el parche,
administrado por un trabajador de la salud; otro grupo recibió la vacuna con la
tradicional jeringa; el tercero recibió un parche de microagujas, que era un
placebo, y los miembros del último usaron el parche pero se lo administraron
ellos mismos.
Los investigadores hallaron que, inmediatamente
después de la vacunación, el 96% de los adultos que recibieron el parche
reportaron en un cuestionario que no sentían dolor, mientras el 82% de los que
recibieron la vacuna tradicional reportaron lo mismo.
Veintiocho días después, cerca del 70% de los
participantes que habían recibido la vacuna en el parche reportaron que
preferían la vacunación con microagujas frente a la tradicional con una jeringa
o una intranasal.
Los expertos también encontraron que las reacciones a
las vacunas fueron similares entre los grupos, aunque los que usaron el parche
tuvieron más enrojecimiento y comezón en el lugar de la inyección, que duró
entre dos y tres días.
Las respuestas inmunes también fueron muy similares.
“Concluimos que la vacunación contra la gripe con
parches de microagujas es bien tolerada, bien aceptada y tiene resultados en
respuestas inmunológicas robustas, si se administra por trabajadores de la
salud o si los mismos participantes se la administran”, escribieron los
investigadores en el estudio.
Existen vacunas similares que pueden ser administradas
a través de la piel, incluyendo un parche de microagujas que se disuelven que está en desarrollo en Japón y
una vacuna intradérmica con Fluzone que se inyecta con una aguja corta y
está disponible en Estados Unidos.
Los Centros para el Control y la Prevención de
Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan una
vacuna anual contra la gripe para niños de 6 meses en adelante.
La gripe es una enfermedad respiratoria contagiosa
causada por virus de la
influenza que pueden infectar la nariz, la garganta y los pulmones.
Aunque en la mayoría de los casos es leve, la infección puede ser severa y, a
veces, incluso ser mortal.
Próximos pasos para el parche contra la gripe
El nuevo ensayo clínico es un estudio preliminar, por
lo que aún se necesita más investigación al respecto antes de que el parche con
microagujas esté disponible al público en general.
Sin embargo, según Rouphael, en un futuro próximo el
parche puede ser potencialmente útil también durante un brote. Además, dice que
puede reducir los gastos del sistema de salud pública, así como puede reducir
la tasas de los servicios de administración en salud.
El parche también podría disminuir la necesidad de
tener papeleras para poner las jeringas y la necesidad de una cadena de frío
para almacenar las vacunas, dice la experta.
“Este parche particular es muy estable en temperatura
ambiente. Así que, en teoría, puede ser enviado por correo a tu casa. Puedes
ponértelo en la casa y luego botarlo allí mismo. Si tenemos una pandemia de
influenza y necesitamos vacunar rápidamente a la gente, esa podría ser una de
las formas en que lo logremos”, afirma Rouphael.
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