Los incendios forestales, advirtió, se presentan en esta
temporada porque los agricultores empiezan a preparar la tierra para su cultivo
y hacen "la roza", actividad ancestral donde eliminan la parte aérea
de la vegetación dejando la raíz, pero sin la técnica adecuada.
“Por más que los sectores competentes como el Servicio
Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) y la Gerencia Regional de
Agricultura y Recursos Naturales brindan capacitación a los agricultores, estos
no toman las medidas de precaución para ejecutar la roza. Además, cuando
realizan la quema de los pajonales en la zona altoandina, al no darse cuenta de
la dirección de los vientos, dejan prendido el fuego que luego se propaga”,
manifestó la funcionaria.
A comienzos del presente mes, precisó, se han reportado
incendios forestales en los distritos de Salas, Motupe, La Viña (Jayanca),
Olmos y Pitipo (Ferreñafe).
“Según la Oficina del Centro de Operaciones de Emergencia
Regional (COER) hay un promedio de 2 mil hectáreas afectadas en lo que va de
2017”, subrayó a la Agencia Andina y remarcó que estas acciones son producto de
las actividades antrópicas que no están bien orientadas y controladas.
Bernabé Orellano manifestó que recientemente fueron
alertados por el Serfor sobre el inicio de un incendio dentro del área de
conservación regional Huacrupe-La Calera. “Como autoridad competente nos
movilizamos al lugar y comprobamos que el fuego se originó por actividades
hechas para la roza y se había propagado en parcelas privadas y potrillos.
Afortunadamente no había afectado el área de conservación regional, pues está
distante, pero se afectaron los caseríos El Progreso, La Victoria y El Porvenir
en Olmos”, afirmó.
“Con la intervención de la comunidad y la Compañía de
Bomberos de Olmos se logró controlar el incendio forestal”, expresó.
Insistió en que como entidades gubernamentales buscan hacer
entender que cuando se queman pastizales y se quiere recuperar el terreno para
la siembra, se está afectando el recurso biológico que se desarrolla dentro de
los suelos porque existen ecosistemas. “En el suelo existen especies que se
pierden por el mal uso indiscriminado del fuego para las actividades agrícolas”,
enfatizó
Espacios de conservación regional
Por otro lado, Bernabé Orellano mencionó que en Lambayeque
existen dos áreas de conservación regional Huacrupe-La Calera (Olmos) y el
bosque Moyán-Palacio (Motupe-Salas). “Se está terminando de levantar las observaciones
del expediente técnico de los Humedales de ciudad Eten y tendríamos otra área
más de conservación regional y 19 sitios prioritarios para conservar su
biodiversidad, los cuales están dentro de la zonificación económica ecológica
de Lambayeque”, destacó.
En las dos áreas de conservación regional –prosiguió- la
Gerencia Regional de Recursos Naturales trabaja directamente con la población
beneficiaria de estas zonas. “Lo importante de un área de conservación es que
tiene que involucrarse al beneficiario rural, ya que esta zona concentra
productos del bosque, los que manejados racionalmente y con técnicas adecuadas
pueden aprovecharse con mayor rentabilidad y desarrollar actividades
sostenibles con el medio ambiente”, indicó.
También dio conocer que en el Área de Conservación Regional
de Huacrupe-La Calera se trabaja un estudio a nivel del perfil, para recuperar
a través de un proyecto de inversión pública, el servicio ambiental suelo,
porque se ha degradado totalmente, y su belleza paisajística.“Un recurso como
el algarrobo lo usan para leña, carbón y lo depredan, sin darse cuentan que
aprovechando el producto que es la algarroba podemos lograr más rentabilidad
que acabando con los árboles”, refirió.
En ese sentido, resaltó que cuentan con un equipo de
guardarparques voluntarios que son capacitados para evitar la tala
indiscriminada y la afectación del recurso forestal, al igual que en Moyán-Palacio que también cuenta con un
proyecto de inversión pública para para la recuperación del servicio ambiental
suelo y belleza paisajista. “Aquí contamos con mayor recurso porque es un área
geográfica ubicada donde empieza la parte altoandina, existe humedad y
vegetación”, anotó.
Este es el corredor biológico de la Pava Aliblanca, especie
en peligro de extinción, donde el objetivo principal es conservarla, mediante
el cuidado, protección y rehabilitación de este bosque”, explicó la
funcionaria.
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