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Foto: Andina |
El recinto religioso lució abarrotado por religiosos y
religiosas que no cesaban de tomar fotografías a al Santo Padre, quien como
siempre dirigió un mensaje claro y oportuno, y en esta ocasión hasta en tono
jocoso.
En un momento de su discurso, el Papa Francisco dijo: “Me da
mucha pena ver seminaristas marchitos”. La Iglesia es buena, es madre, si ven
que no pueden con lo encomendado avisen, porque a veces no es tarde.
También le refirió al atento auditorio -en cuya primera fila
figuraban algunos religiosos discapacitados-que no se pierda el respeto y la
memoria por quien les enseñó a rezar. Sigue rezando -añadió- como te enseñó tu
madre y tu abuela, la oración casera es la más fuerte, enfatizó.
En otro momento, el Santo Padre expresó que “Nosotros los
consagrados no estamos llamados a suplantar al Señor”, y que la fe en Jesús se
contagia.
También mencionó que los jóvenes no dejen solo a los
ancianos. Si los jóvenes hacen soñar a los viejos, éstos harán profetizar a los
jóvenes. El Santo Padre agregó que los jóvenes caminan rápido, pero son los
viejos los que conocen el camino.
Al término de su discurso, con la sonrisa que lo caracteriza
solicitó a los asistentes: “Ëchenme un rezo”.
El Colegio Seminario San Carlos y San Marcelo es un centro
de educación de nivel primaria y secundaria.
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