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| Foto: Andina |
Cuando eran las 06.49 horas, el Santo Padre salió de la sede diplomática procediendo, en primer
lugar, a acercarse a unos niños y monjas que estaban ubicados
a la entrada de este local. Besaba uno por uno a los niños, con
quienes intercambiaba algunas palabras.
Incluso tuvo
un acto muy conmovedor cuando le regaló su solideo (gorrito
blanco que lleva el Papa) a un niño que vestía como el Santo
Padre.
Asimismo, el Vicario de Cristo se acercó hasta una madre que tenía en brazos a su menor hija con discapacidad y procedió a besar a la niña y bendecirla.
Durante más
de 10 minutos, el Papa
Francisco intercambio palabras y bendijo a las miles de personas que lo
esperaban ansiosas.

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