Luis
Loro, de la carrera de Medicina Humana de
la Universidad
Continental y especialista en Medicina de Emergencia,
precisó que este riesgo es más
fuerte entre
las 6 de la mañana y el mediodía de un lunes.
“Los lunes, cuando se
despiertan las personas, recuerdan que otra vez tendrán
un conjunto de responsabilidades, de plazos, de horarios y
si vienen de un fin de semana de excesos y desórdenes como
mala alimentación, tabaco, licor o pocas horas de dormir,
cosa que no suele suceder el resto de la semana, podrían ser víctimas de un evento
cardiaco”, sostiene.
Explicó que este riesgo
tiene que ver con el ciclo circadiano de cada persona,
y que hace que en las mañanas esté mucho más atentos y en las noches más
tranquilos.
“Cuando estás muy alerta se produce
la liberación de Cortisol, que es una hormona que
posibilita el desarrollo del estrés y, por lo
tanto, una mayor probabilidad del infarto”, indicó Loro.
Reveló que, en el Perú, más
de cinco mil personas mueren anualmente de infarto al corazón, y que la mayor
recurrencia se da en personas entre los 60 y 80 años.
Aclaró, sin embargo, que no
hay una edad específica para ser víctima de un paro cardíaco, ya que
le puede suceder incluso a personas que parecen tener buena salud.
Estrés crónico
Loro sostuvo que hay un
estrés crónico, el de todos los días, como de quienes viven en barrios
inseguros, tienen problemas económicos o un trabajo de mala calidad.
“Si todas estas condiciones
se dan juntas, sumado al tabaquismo, presión alta, diabetes, entonces estamos
ante el escenario perfecto para tener un infarto”, manifestó.
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