Ex Decano del Colegio de Ingenieros responde:
(Expresion) Los representantes
de la gestión actual y del año pasado que encabezo Carlos Burgos Montenegro en
el Colegio de Ingenieros del Perú, se han enfrascado en un agudo debate por la
situación económica de la orden profesional.
Los directivos encabezados
por el actual decano Antonio Salazar responsabilizan a su antecesor de haber
generado una abultada deuda, en tanto Burgos Montenegro responde que el
problema de las finanzas empezó por las multas impuestas por la SUNAT a
la institución, debido a los incumplimientos de la gestión de Salazar
Montaño en el período 2013-2015.
Burgos Montenegro niega que su administración, entre los
años 2016 y 2018, haya ocasionado una deuda al CIP Lambayeque ascendente a 547 mil 640.46 soles.
Refiere en su mandato, en el 2018, se efectuó un
sinceramiento de la deuda tributaria ante la SUNAT, respecto a lo acumulado por
la gestión que lideró Ciro Salazar Montaño entre el 2013 y el 2015, efectuando
pagos entre marzo y diciembre del año pasado por el orden de 109 mil soles, en
razón de lo que su antecesor dejó de pagar al ente de recaudación, evitando de
ese modo que el colegio sea sancionado o multado. De ello afirma se dio cuenta a la Asamblea
Departamental el 5 de junio del año pasado.
En aquella sesión
como consta en el acta –se hizo púbico del informe de la auditoría aplicada
a los años 2013 al 2015, que arrojó una contingencia tributaria en la que se
detectó que los ingresos informados en las declaraciones juradas mensuales del
IGV renta no coincidían con el ingreso de la declaración jurada de la renta
anual, correspondientes a los años citados.
De acuerdo a la auditoría, en el año 2013 no se informó a SUNAT, en declaraciones mensuales, dos millones 290 mil 606 soles; en el 2014,
tres millones 790 mil y en el 2015 la suma de cuatro millones 280 mil soles.
PAGOS OBLIGATORIOS
Burgos Montenegro dice lamentar que la actual gestión de
Salazar Montaño haya emitido un informe denominado: “Deudas por pagar: gestión 2016-2018”, sin considerar que los
pasivos económicos señalados en dicho documento corresponden a las deudas
ordinarias.
“De no haber existido
pagos no presupuestados a la SUNAT, como los 109 mil soles abonados el año
pasado, por ejemplo, no existiría deuda ordinaria alguna por cancelar. La
pregunta es, ¿en qué gestión se originó esa duda a la SUNAT, en la mía o en la
del señor Ciro Salazar?”, cuestiona.
Refiere que adicionalmente, la gestión de Salazar Montaño dejó
un crédito fiscal ficticio de 323 mil
530 soles, según la Declaración Jurada de IGV Renta de diciembre del 2015,
lo que dio como consecuencia una deuda tributaria asumida por su administración
ascendente a 336 mil 802 soles, por concepto de IGV omitido en la primera
gestión de Salazar. Ello, sin considerar
las multas por declarar cifras o datos falsos ante SUNAT.
“En consecuencia, el
año pasado el colegio tuvo que cancelar deudas tributarias no presupuestadas,
generadas por los pasivos económicos que dejó la gestión de Salazar. Otro
de los aspectos que se ha incluido en el informe publicado por la actual
gestión es el que se refiere ‘deuda
vencida’ por los pagos a los ingenieros delegados municipales, montos que
son cancelados previa aprobación del informe presentado por el ingeniero. De
igual modo se ha incluido el pago a los ingenieros peritos, sumando ambos
conceptos 163 mil 723.54 soles. ¿Cómo va
denominarse deuda vencida si al término de la gestión no se tenía los informes
para ejecutar los pagos?”, manifiesta.
BENEFICIOS
SOCIALES
Cuestiona también que se haya incluido deudas como el
impuesto predial y de arbitrios por el Centro de Esparcimiento y el edificio de
la avenida José Balta por el importe de 30 mil 907.85, además del pago de
beneficios sociales a los trabajadores del CIP, concepto que solo se puede
abonar una vez concluido el vínculo laboral. “Todos los trabajadores ha laborado hasta enero de este año, ¿qué
beneficios sociales íbamos a pagar en diciembre del año pasado? Si la deuda
laboral se generó en enero de este año, entonces corresponde asumirla a la
actual gestión”, asevera.
Finalmente, Burgos Montenegro señala que pese a que su
gestión tuvo que asumir las deudas generadas en el período de Salazar, el año
pasado el colegio adquirió un bien
inmueble en 245 mil dólares, más impuestos de alcabala, gastos de notaría e
inscripción ante SUNARP, ello sin necesidad de endeudar a la institución
ante la banca y financiándose íntegramente con recursos propios.
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