Alberto Borea reaparece con informe remitido a Pedro
Olaechea sobre crisis entre Ejecutivo y Legislativo. Fragmentos de la
entrevista no publicados en la edición impresa de CARETAS.
Para este expepecista, senador, diputado y representante del
Perú ante la OEA, la Constitución de 1979 es eso. La de 1993 es “el texto”. El
debate con esos contornos enmarca la figura de una eventual cuestión de
confianza, pero también el posible momento de una reforma constitucional.
Borea señala en su respuesta a Olaechea que el presidente no
está facultado para presentar una cuestión de confianza por el adelanto de
elecciones, ya que una reforma constitucional le compete a todo el Congreso y
no puede ser impuesta. Sin embargo, reitera que “el Perú no aguanta” la crisis
actual, producto principalmente de lo que califica como “el desbocamiento de la
disciplina de las ambiciones”, particularmente del lado de Keiko Fujimori.
Estos son interesantes fragmentos sobre la posibilidad de un
nuevo senado y los nuevos desafíos de los partidos, no publicados de la
entrevista con caretas que puede leer en la edición impresa de la revista.
Usted propone que recién en las próximas elecciones se convoque a una especie de Constituyente paralela. Pero hay sectores en contra de una fórmula de cambias la Constitución.
Yo creo que más que en el Congreso, esa posición en contra
de la cámara revisora constitucional esta por el sector de los poderes
económicos y poderes fácticos.
¿No quieren saber nada de modificaciones?
No porque en el 93 fueron absolutamente favorecidos. La
Constitución del 79 fue desequilibrada posiblemente en algunos casos porque era
un momento histórico en el que todavía no había caído el muro de Berlín.
Entonces en el 93 paso de este extremo a este otro extremo. La cámara revisora
tiene que ser un análisis de lo que ha sucedido y creo que tienes gente notable
en las distintas formaciones. Carlos Blancas, por ejemplo, es un demócrata
cristiano importante eventualmente. Nadie lo puede discutir como posibilidad en
el Senado.
Si quieres a alguien que ha sido ministro de Fujimori,
tienes a Fernando de Trazegnies, en todos los sectores tienes gente que
efectivamente vale la pena, puedes conversar con ellos y te das cuenta que no
están legislando para la elección siguiente que va venir después de que termine
su trabajo en la Cámara Revisora porque para ellos sí es un legado dejarle al
Perú una constitución que ojalá pudiera duran 300 o 400 años. Que contenga los
principios fundamentales sobre los cuales esta nación se va a entender y que se
va a tomar en cuenta cosas absolutamente novedosas como, por ejemplo, los
sistemas de comunicación que hay y como integras esos sistemas de comunicación
con la participación política.
¿Ejemplos?
Hoy día si tú quieres hacer un partido político pensando en
que vas hacer locales territoriales te das con la sorpresa de que van muy pocos
porque en la época en que nosotros éramos jóvenes, de Carabayllo al local
central del partido Popular Cristiano o del partido aprista que esta Alfonso
Ugarte, te demorabas media hora e ir y media hora de vuelta. Ahora te demoras
dos horas de ida y una hora y media de vuelta. Además, los chicos que antes
estudiaban y después se dedicaban a sus cosas es porque alcanzaba algo para que
sus padres pudieran mantenerlos, digamos que hoy día tienen que trabajar en el
día y estudiar en la noche.
Tienen que imaginar nuevas formas de integración política y
ese es uno de los grandes temas. Francamente es muy difícil porque el partido
político es una mezcla de ciencia, experiencia y proyección, o sea intuición
por decirlo de alguna manera. Qué cosa dice la Constitución del 79 respecto a
los partidos políticos: “los partidos políticos expresan el pluralismo
democrático, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular,
son instrumento fundamental para la participación política de la ciudadanía.
Su creación y el ejercicio de asertividad son libres dentro
del respeto a la constitución y la ley”, y cosa parecida dice el texto de 1993,
articulo 35: “Los ciudadanos pueden ejercer su derecho individual a través de
un partido político, movimiento o alianza. Tales organizaciones de los partidos
concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular”. Una copia
textual. Ya no es textual cuando dice “su inscripción al registro
correspondiente le concede responsabilidad jurídica” y “la ley establece las
normas orientadas asegurar el funcionamiento democrático de los partidos
políticos”.
En el año 1986 cuando era diputado presenté un proyecto de
ley sobre los partidos políticos después del que había presentado un magnífico
representante como Javier de Belaunde, que murió a los 103 años. Allí establecí
lo que yo creía que podía ser una regulación mínima de los partidos políticos
porque cualquier ley de partidos políticos tiene que ser minimalista, no puede
ser maximalista.
¿Las propuestas actuales son maximalistas?
Lo que yo veo es que toda esta suerte de regulación al
milímetro que pretenden hacer el Jurado Nacional de Elecciones y los órganos
electorales, señor usted no dijo que se llamaba Enrique José y eso es
muy importante. Tendría que poner si me han condenado, las cosas malas.
Pero las cosas buenas no tengo por qué ponerlas, o que estudia en tal no
colegio. ¿Tú crees que alguien en su sano juicio ha elegido alguna persona
porque estudio en el colegio Maristas de San Isidro o en el colegio Alfonso
Ugarte? Los partidos políticos son organizaciones que vienen de la sociedad
civil que realizan una tarea política, pero tú no puedes pretender regular de
tal forma que sea prácticamente una suerte de molde, ese es un error.
Cuando le presenté mi proyecto a Bobby Ramírez Del Villar,
que es una persona a la que quise mucho y tuve el inmenso privilegio de estar
sentado junto a él en el partido Popular Cristiano como diputado durante cinco
años, la leyó y me dijo “me parece muy buena, pero hay una mejor” y le dije ¿cuál don Bobby? “La mejor ley de partidos políticos es la
que no existe porque tú no puedes decirle a la gente a que se organice de una
manera determinada”.
¿Cómo funcionaría un Senado?
Si quieres hacer instituciones primero estúdiate o
analízate, aunque sea 20 o 45 minutos sin pasión partidaria. Para qué se hizo
esa institución y cómo podemos hacer que esa institución sea fructífera y
cumpla la función para el fin que fue creado. El senado fue creado para
reflexionar y cuando reinstales en algún momento el senado tendrá que ser una
segunda cámara con funciones diferentes a la cámara de diputados, distinta.
En Italia hay un senado totalmente simétrico. Nosotros
teníamos un senado casi simétrico con algunas asimetrías en la constitución del
79, pero ahora tenemos que hacerlo y se ha planteado ya un senado
asimétrico, donde por ejemplo, los proyectos de ley partan en la cámara de diputados
y el senado tiene 180 días para pronunciarse sobre el proyecto de ley y se
producen lo que se llaman las insistencias.
Hay que estudiarlo más allá. No solo necesitas mentes
lucidas, sino sobre todo gente que haya participado de alguna manera en la vida
política del país. Otro senador magnifico sería Rolando Breña, del sector
comunista. En todos los partidos tienes gente y de los nuevos partidos que han
aparecido y van aparecer. Entonces, vas a tener una cámara revisora que va ser
ad honorem y va tener el trabajo específico de hacer esto durante un año y no
se va meter en el tema de las interpelaciones, ese no es su tema.
¿Y un año debe ser suficiente en ese sentido?
Un año fue lo que requirió la constituyente de 1978, que
hizo una constitución que es modélica a nivel mundial y que fue tomada en
cuenta para la realización de muchas constituciones que vinieron después,
incluso después de la disolución soviética. Se tomaba en cuenta ese sistema de
equilibrio, por ejemplo, este capítulo de relaciones entre legislativo y
ejecutivo es una creación de la constitución de 1979.
No lo fue la creación de un Tribunal Constitucional, pero sí
fue una incorporación muy valiosa porque el TC convierte a la constitución, no
en una suerte de poesía que si quieres la recitas y si quieres no, sino en una
norma jurídica efectivamente obligatoria y eso tiene un valor esencial e
histórico para el país. En general para los juristas y para muchos ahora la
constitución significaba una suerte de pirámide. Digamos el sistema jurídico es
una suerte de pirámide, donde en la parte de arriba estaba la constitución,
después venían los tratados, después las leyes, decretos supremos, resoluciones
ministeriales y así sucesivamente.
Cualquier norma que estuviera fuera de este cono de proyección
no formaba parte del sistema jurídico, pero lo que sucedió en el Perú durante
muchos años hasta la constitución de 1979, es que era percibido el sistema
jurídico como una suerte de paralelogramo, donde no había esta parte de arriba
y que comenzaba en el código procesal civil o en el código procesal penal. Otra
de las cosas que hay que modificar y que fue una de las trampas de la dictadura
en la constitución de 1993 es que ellos aprueban los textos con 50% más uno de
los votos. Sin embargo, para cambiar sus textos la democracia necesita dos
tercios de los votos, se dan un tercio de ventaja. Por ejemplo, la abolición
del senado fue aprobada por 41 votos, o sea por el 50% más uno. Pero para
retornar al senado necesitabas dos tercios y eso no puede ser. ¿Quién les dio a ellos 33 metros de ventaja
para una carrera de 100?
Publicar un comentario