Fui a la
ciudad de Lima como delegado pleno de mi base Lambayeque al XXV Congreso
Nacional del Partido Aprista, el mandato de mi conciencia y el compromiso con mis
compañeros que depositaron su confianza en mí a través del voto, era proponer y
votar por la “Renovación sin Corrupción”.
Así lo
hice. La crisis que atraviesa nuestro país es fundamentalmente de orden moral.
La corrupción es un cáncer que corroe a las instituciones y nuestro Partido no
escapa a las sospechas, conjeturas y críticas permanentes por actos de
corrupción. La sensatez aconsejaba la elección del compañero Carlos Roca
Cáceres, como Presidente del PAP, acompañado de los compañeros: Jorge Villasante
y Ricardo Pinedo, Secretario General Institucional y Presidente de la Comisión
Política, respectivamente. “En momentos de grandes males, hay que acudir a
grandes remedios”. Acudíamos a la experiencia política, trayectoria limpia y
honesta de Carlos Roca, discípulo directo de Víctor Raúl Haya de la Torre.
No se dio esta
elección que hubiera revitalizado el ánimo
partidario, la confianza en la representatividad del aprismo
históricamente auténtico y consecuentemente, las posibilidades de triunfo. La
necedad de algunos compañeros influenciados, creo yo, por dádivas o prebendas,
dieron como resultado el triunfo de la fórmula: Cesar Trelles, Elías Rodríguez
y Mauricio Mulder.
A última
hora tuvieron que sacar de su lecho de enfermo al c. César Trelles, para
postularlo a la Presidencia del Partido, antes de la elección, no se le
mencionaba. En cuanto al c. Elías que va
a la Secretaría General Institucional, considero no era la ocasión para
su elección. Es un compañero que no tiene el conocimiento político para
afrontar con solvencia la conducción del PAP, en momentos tan difíciles como
los actuales, demandábamos de la experiencia y la transparencia de Carlos Roca.
Los
cuestionamientos a la persona del c. Elías Rodríguez, por actos de plagio, ocasionaron su renuncia a la tercera
vicepresidenta del Congreso, esto, le echa sombras a su elección. En
cuanto al c. Mulder, no puso de manifiesto su experiencia y verborrea política
en el Parlamento Nacional, para defendernos de aquellos que nos endilgaron el
apelativo de “Fujiapristas”.
La conducta
zigzagueante de algunos malos compañeros, cautivados por el facilismo y la
dádiva, han derrotado al aprismo heroico del Partido de Víctor Raúl, 36 votos
fue la diferencia, lo que nos lleva al convencimiento que no todo está perdido,
habemos compañeros que nos mantenemos en la línea de la moralidad y que miramos el ejemplo de Haya de la Torre
y de grandes compañeros que lo acompañaron para dejarnos un legado de sacrificio
por ideales de justicia y bienestar para el Pueblo.
Convencido
que tarde o temprano la verdad se impone, regreso a mi Chiclayo querido para
seguir apostando testarudamente por la Fe, la Unión, la Disciplina y la Acción,
valores que son pilares, materiales del alma, que sirvieron para construir un
Partido para defender y para lograr bienestar para el Pueblo, ese fue el ideal
de Víctor Raúl Haya de la Torre, de los Mártires y de nuestros muertos cuyo
sacrificio lo han desnaturalizado gente con tan baja autoestima y comprensión,
cuyo actuar, merece nuestro desprecio y repudio.
A través de
los años de vida institucional política, hemos superado muchas crisis, esta,
queridos compañeros, es una más. Abrigo la firme esperanza que más adelante nos
abrazaremos en el reencuentro triunfal de la verdad y el fortalecimiento de
nuestra fraternidad. Por siempre: ¡Viva el Apra!.
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