Los hijos son un don de Dios, lo dijo el Papa Francisco.
Tener muchos hijos no es una elección irresponsable, no tenerlos es egoísta
(PildorasDeFe) El Papa Francisco
afirma que los hijos son un don de Dios. En una serie de catequesis que
realizar en la audiencia general, el Papa Francisco ha proseguido con sus reflexiones sobre la familia,
refiriéndose en esta ocasión a los hijos como don de Dios para los padres y la
sociedad:
"Un hijo se ama porque es hijo: no porque sea bello, o porque sea así o asá, no, porque es hijo"
Eso expresó el Papa
Francisco en una de sus momentos del discurso. A continuación las Palabras
del Papa Francisco:
Después de haber reflexionado sobre las figuras de la madre
y del padre, en esta catequesis sobre la familia quisiera hablar del hijo, o
mejor dicho, de los hijos. Me inspiro en una bella imagen de Isaías. El profeta
escribe:
"Mira a tu
alrededor y observa: todos se han reunido y vienen hacia ti; tus hijos llegan
desde lejos y tus hijas son llevadas en brazos. Al ver esto, estarás radiante,
palpitará y se ensanchará tu corazón".
Es una espléndida imagen, una imagen de la felicidad que se
realiza en el encuentro entre padres e hijos, que caminan juntos hacia un
futuro de libertad y paz, después de mucho tiempo de privaciones y
separaciones, como fue, en aquel tiempo, esa historia, cuando estaban lejos de
su patria.
Papa Francisco: Los
hijos no son posesión ni un modo de realizarse de los Padres
Hay un vínculo estrecho entre la esperanza de un pueblo y la
armonía entre generaciones. La alegría de los hijos hace palpitar el corazón de
los padres y vuelve a abrir el futuro.
Los hijos son la
alegría de la familia y de la sociedad. No son un problema de biología
reproductiva, ni uno de los muchos modos de realizarse. Y mucho menos son una
posesión de los padres... No, no. Los
hijos son un don. Son un regalo: ¿entendido?. Cada uno es único e
irrepetible; y al mismo tiempo, inconfundiblemente ligado a sus raíces.
Para los padres cada hijo es sí mismo, es diferente,
diverso. Permítanme un recuerdo de familia. Recuerdo que mi mamá decía sobre
nosotros, éramos cinco: "Yo tengo cinco hijos", "¿cuál es tu
preferido?", le preguntábamos. Y ella dijo:
"Yo tengo cinco hijos, como tengo cinco dedos. Si me
golpean éste me hace mal; si me golpean éste me hace mal. Me hacen mal los
cinco, ¡todos son míos! Pero todos diferentes como los dedos de una mano".
Y así es la familia La diferencia de los hijos, pero todos
hijos.
PAPA FRANCISCO: UN
HIJO ES UN HIJO
Un hijo se ama porque
es hijo: no porque sea bello, o porque sea así o asá, ¡no! ¡Porque es hijo!
No porque piensa como yo, o encarna mis deseos.
Un hijo es un hijo:
una vida generada por nosotros, pero destinada a él, a su bien, para el bien de
la familia, de la sociedad, de toda la humanidad.
Los hijos son amados
antes de que lleguen. Cuántas veces encuentro a las mamás aquí que me hacen
ver la panza y me piden la bendición… porque son amados estos niños antes de
venir al mundo.
Y ésta es gratuidad, esto es amor; son amados antes, como el
amor de Dios, que nos ama siempre antes. Son amados antes de haber hecho nada
para merecerlo, antes de saber hablar o pensar, ¡incluso antes de venir al
mundo!
El Papa Francisco
dijo que "Ser hijos es la condición fundamental para conocer el amor de
Dios, que es la fuente última de este auténtico milagro".
En el alma de cada hijo, por más vulnerable que sea, Dios
pone el sello de este amor, que está en la base de su dignidad personal, una
dignidad que nada ni nadie podrá destruir.
Los hijos no
deben tener miedo del compromiso de construir un mundo nuevo: es justo desear
que sea mejor del que han recibido.
Pero esto debe hacerse sin arrogancia, sin presunción. A los hijos hay que saber reconocerles su
valor, y a los padres siempre se los debe honrar.
HAY FAMILIAS QUE VEN
A LOS HIJOS COMO SI FUESEN UNA CARGA
El cuarto mandamiento pide a los hijos, y todos lo somos,
honra a tu padre y a tu madre (...) En el cuarto mandamiento se añade:
"Honra a tu padre y a tu madre para que tengas una
larga vida en la tierra que el Señor, tu Dios, te da".
Una sociedad de hijos que no honran a sus padres es una
sociedad sin honor; cuando no se honran a los padres se pierde el propio honor.
Es una sociedad destinada a llenarse de jóvenes áridos y ávidos. Pero también una sociedad
avara de generaciones, que no ama rodearse de hijos, que los considera sobre
todo una preocupación, un peso, un riesgo, es una sociedad deprimida.
Pensemos en tantas sociedades que conocemos aquí en Europa:
son sociedades deprimidas porque no
quieren hijos, no tienen hijos, el nivel de nacimientos no llega al uno por
ciento. ¿Por qué? Que cada uno piense y se responda. Si una familia generosa de
hijos se ve como si fuera un peso, ¡hay algo mal!
NO TENER HIJOS ES UNA
ELECCIÓN EGOÍSTA
La concepción de los hijos debe ser responsable, como enseña
también la Encíclica Humanae Vitae del Beato Papa Pablo VI, pero el tener
muchos hijos no puede ser visto automáticamente como una elección
irresponsable. Es más, no tener hijos es una elección egoísta...
Los hijos aprenden a
hacerse cargo de su familia, maduran compartiendo sus sacrificios, crecen
en la apreciación de sus dones (...)
Que Jesús, el Hijo eterno, hecho hijo en el tiempo, nos
ayude a encontrar el camino de una nueva irradiación de esta experiencia humana
tan simple y tan grande que es ser hijos.
En el multiplicarse de las generaciones hay un misterio de enriquecimiento de la vida de todos, que proviene
de Dios mismo. Debemos redescubrirlo, desafiando los prejuicios; y vivirlo, en
la fe, en la perfecta alegría.
Les digo: Qué hermoso es cuando paso entre ustedes y veo a
los papás y a las mamás que alzan a sus hijos para que sean bendecidos. Es un
gesto casi divino. ¡Gracias por hacerlo!
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