“Toda mi vida he creado decenas de miles de puestos de trabajo, de acuerdo a ley con pleno respeto al orden constitucional. Odebrecht, OAS y otras empresas corruptas son entidades “apestadas” en el circuito financiero internacional.
Muchos países que han sido víctimas de su corrupción, los ha expulsado de sus fronteras. El Perú por dignidad y justicia con lo que menos tienen, debe expulsar a Odebrecht y a sus cómplices, para siempre”.
Realmente me sorprende muchísimo seguir leyendo a
periodistas y analistas que consideran a Odebrecht y a sus cómplices como “inversionistas”.
Y, peor aún, persisten en tratar de incluir a la corrupta organización criminal
Odebrecht y a sus cómplices dentro de un marco de “protección de inversiones”.
En el caso específico de Odebrecht debemos profundizar en
varios aspectos. El primero es que la corrupta alcaldesa Susana Villarán
y sus dos gerentes municipales (ya sentenciados por corruptos), ha reconocido
públicamente haber recibido coimas para entregar las casetas de peaje de EMAPE
a Odebrecht y pactar un incremento irracional del precio de los
peajes. Un Segundo aspecto a tener en cuenta es que los peajes obtenidos
corruptamente afectan a millones de limeños que viven en zonas vulnerables y
que están obligados, prácticamente, a pagar peajes por salir y entrar a sus
casas. Un tercer hecho a considerar es que la MML está impedida,
por su propio marco jurídico, de mantener vínculos contractuales, directos o
indirectos, con empresas sentenciadas por corrupción, local e internacional,
que es precisamente la situación jurídica de Organización Criminal Odebrecht.
En el Perú existen muchas concesiones de vías de transportes completamente legales y validas que no se originaron en un acto jurídico corrupto y nulo. Los casos de corrupción de la alcaldesa Villarán y las organizaciones Odebrecht y OAS son únicos en la historia de la humanidad e, inclusive, de diversas mitologías.
Es la primera vez que una autoridad reconoce públicamente
haber sido sobornada para favorecer a entes corruptos y permitir la violación
de derechos fundamentales de poblaciones vulnerables. Basta ya de periodismo que desinforma y
apaña la corrupción. Reitero que la presencia de organizaciones corruptas hace
mucho daño a nuestro país, pues, finalmente, los actos de corrupción hacen
sufrir y vivir una situación de abuso y miseria a nuestros hermanos más
vulnerables y desprotegidos. Toda mi vida he
creado decenas de miles de puestos de trabajo, de acuerdo a ley y con pleno
respeto al orden constitucional. Odebrecht, OAS y otras personas
corruptas son entidades “apestadas” en el circuito financiero internacional.
Muchos países que han sido víctimas de su corrupción, los ha expulsado de sus
fronteras. El Perú por dignidad y justicia con los que menos tienen, debe
expulsar a Odebrecht y a sus cómplices para siempre.
Rafael López Aliaga - Alcalde de Lima
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