Se ha iniciado el año escolar 2024, vale preguntarse. ¿El
estado ha invertido en capacitación de docentes y auxiliares de aula en su
trato con alumnos que padecen de trastorno del espectro autista (TEA) y dentro
de este el síndrome de Asperger, como hacen los demás países de la región?
Es medular en el segundo año perfeccionar la “inclusión educativa”, que
no es otra cosa que una educación en igualdad de condiciones donde el alumno se
sienta integrado a sus compañeros y respetado.
Yo esperaría que el gobierno de una dama en la
Presidencia del Perú diera señales claras en este tema, es conmovedor leer de
la cuenta @ASERGERPERU en la red social “X”, a propósito de las
clases escolares “Para algunos niños con autismo se inicia una etapa de
muchas angustias, dejan otra vez el hogar que consideran un ambiente seguro
para enfrentarse a un medio incierto, donde no pocas veces sentirán
discriminación”.
Presidente Boluarte, aún está a tiempo de brindar
capacitación a los maestros, inclusive sobre la marcha de las clases, bastaría
una orden de usted en ese sentido, como jefe del Gobierno para que el
Ministerio de Educación en conjunto con el de Salud y los Gobiernos Regionales,
se instruya en las escuelas como manejar una verdadera integración social de
los niños y adolescentes de aula, el enfoque pedagógico que promueva la
coexistencia de todos ellos independientemente presenten algún tipo de
discapacidad de desarrollo. El docente tiene que internalizar que cada alumno
aprende de forma distinta y debe ayudarle a superar a superar las dificultades
que no le permita integrarse a su grupo y hacerle sentir que su colegio también
es un espacio seguro para él o ella.
Así mismo, los profesores deben educar a sus alumnos, la
tolerancia, la solidaridad, que, aunque haya compañeros que se muestran
diferentes, todos somos iguales y que tengan presente que su trato hacia los
demás es el mismo que ellos esperan recibir.
Debería también haber una campaña agresiva sobre la
detección oportuna de las familias de algún hijo que pudiera presentar autismo
y asperger, a fin de que puedan recibir tratamiento médico que les ayude a
socializar, comunicar mejor y no ser objeto de exclusión, ni estigmatización,
básicamente por la ignorancia del diagnóstico.
Por lo pronto preocupa lo informado por ESSALUD
acerca que en el Hospital Almenara han aumentado en un 28% las consultas
mensuales y diagnóstico de TEA y Asperger, existiendo un marcado
desconocimiento del tema.
La campaña del estado debe ser también de concientización
dirigida a la población en general, a fin de no discriminar a estas poblaciones
vulnerables, presidenta Boluarte en sus manos esta.
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