- La Academia Americana de Pediatría aconseja a los padres que dejen de darles jugos de frutas a sus hijos durante el primer año de vida, y afirman que los jugos no son tan saludables como creen los padres. El doctor Esteban Carmuega, director del Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil (CESNI), habló con Entremujeres sobre este tema.
En el
pasado, la Academia Americana de Pediatría aconsejaba a los padres que evitaran
los jugos 100% de frutas en bebés menores de 6 meses. Hace unos días, este
grupo endureció su postura contra el jugo, recomendando que se prohíba esta
bebida completamente de la dieta del bebé durante el primer año. La
preocupación es que el
jugo no ofrece beneficios nutricionales en los primeros meses de vida, y puede
ocupar el lugar de lo que realmente necesitan los bebés: leche materna o de
fórmula y sus proteínas,
grasas y minerales como el calcio, según afirmó el grupo.
Las nuevas
recomendaciones pueden sorprender a los padres que pensaban que el jugo 100% de
frutas era saludable para los bebés, o nutricionalmente equivalente a la fruta
misma. Pero la fruta entera generalmente tiene más fibra que el jugo de fruta y
es menos probable que cause deterioro dental, afirmó el doctor Steven Abrams,
autor principal del nuevo informe de la AAP y titular de la cátedra de
pediatría en la Facultad de Medicina Dell de la Universidad de Texas, en
Austin. La fruta entera tiene “menor contenido de azúcar en la ingesta”, dijo
Abrams. “Queremos que los niños aprendan
a comer alimentos frescos. Si se supone que el jugo de frutas es igual a la
fruta, entonces no estamos dando ese mensaje”.
Consultado
por Entremujeres,
el doctor Esteban
Carmuega, director del Centro
de Estudios sobre Nutrición Infantil (CESNI), dijo estar "totalmente de acuerdo" con
la decisión de la AAP. "Ya hace
tiempo en Argentina no se recomendaba darle nada más allá de la leche de madre
a los chicos de menos de seis meses. Lo que incorpora la AAP no solo se
relaciona con los jugos envasados y artificiales, sino al concepto de jugo
exprimido, porque al exprimir una fruta se pierden gran parte de sus valores
nutricionales y aumenta el tenor de azúcares, lo que expone a los niños a
tenores de dulzor muy elevados. Por lo tanto, la incorporación de frutas
adecuadamente preparadas para el niño sigue siendo indicada pero no deberían
ser reemplazados los exprimidos de frutas".
Aclara,
además, que "no hay una
contradicción intrínseca respecto al jugo de frutas (se puede agregar un poco
por ejemplo a un puré), pero exprimir tres naranjas no es lo mismo que comer
las tres naranjas como fruta entera, ya que gran parte del valor nutritivo
queda atrapado en lo que desechamos".
En la
Argentina existe un consumo muy pobre de frutas y verduras que comienza a muy
temprana edad, por eso, debe promoverse el consumo de la fruta íntegra
adecuadamente preparada para cada estadio evolutivo del niño. "Se recomienda incorporar frutas a
partir de los seis meses de edad de una manera adecuada a las distintas etapas,
ya que los niños tienen que aprender las texturas y sabores asociados a las
frutas, y no acostumbrarse solamente al tenor dulce de sus jugos. Las
principales frutas de nuestra dieta pueden ser procesadas e incorporadas en
forma de purés en distintas preparaciones. Así, los niños saborean no sólo su
sabor, sino las texturas y aromas naturales que caracterizan a la fruta
íntegra", explica Carmuega.
Es la
primera vez que este grupo de pediatras actualiza sus pautas con relación al
jugo de frutas desde 2001. “Pienso que es una recomendación fantástica para los
lactantes, y llega con bastante retraso”, dijo la doctora Elsie M. Taveras,
jefa de la división de pediatría general en el Hospital General de Niños de
Massachusetts en Boston, quien no estuvo involucrada en el nuevo informe. “Los padres creen que sus bebés necesitan
beber jugos, pero este es un concepto equivocado”.
La doctora
Man WaiNg, jefa de odontología del Hospital de Niños de Boston, aplaudió la
prohibición del jugo para los bebés y tomó una postura de línea dura para los
niños en edad preescolar y mayores.
“El jugo ciento por ciento de frutas
solo debe ser ofrecido en ocasiones especiales, en particular para los niños
que tienen alto riesgo de caries en sus dientes”, afirmó.
Ciento
veinte mililitros de jugo de manzana no contienen fibra, contienen 60 calorías
y 13 gramos de azúcar. En comparación, media taza de rodajas de manzana contienen
1,5 gramos de fibra, 30 calorías y 5,5 gramos de azúcar. La fibra en un trozo
de fruta también aumenta la saciedad.
En términos
de azúcar y calorías, el jugo que se compra en los comercios es similar a la
gaseosa. Por ejemplo, 120 ml de una gaseosa de lima-limón contiene 12,6 gramos
de azúcar y 46 calorías, ambos apenas menos que el jugo de manzana.
El nuevo
informe, que apareció en la publicación Pediatrics, también aconsejó restringir
el jugo de frutas a 120 ml diarios entre el año y los 3 años de edad y 177 ml
al día entre los 4 y los 6 años. Las pautas de 2001 les dieron a los padres más
espacio de maniobra para decidir si 120 o 177 ml diarios eran apropiados para
los niños en edad preescolar. Por el contrario, el consejo para los niños de 4 a
6 años siguió siendo el mismo
El último
informe redujo la ingesta máxima diaria para niños mayores, de 6 a 18 años.
Solía ser de 355 ml; ahora se aconsejan solo 237 ml.
No hay un
nexo convincente entre la obesidad y los niños que beben cantidades modestas de
jugo de fruta. Sin embargo, dice el informe, el jugo “no tiene un rol esencial
en las dietas saludables y balanceadas de los niños”.
Otra
preocupación es que el jugo puede ser una puerta de ingreso a otros tipos de
bebidas, afirmó Taveras, agregando, “tenemos estudios que muestran que los
lactantes que beben más jugo en ese período temprano de la vida tienen más
probabilidad de pasar a beber gaseosas y bebidas que contienen azúcar”.
Fuente: Clarin
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