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| Foto: Andina |
Antes de ingresar, el Santo Padre bajó de su vehículo y, en
medio de una férrea seguridad, recorrió varios metros a la redonda para saludar
a los fieles que desde la tarde lo esperaban con vivas y cantos en los
exteriores.
Así fue la llegada del Papa Francisco a la Nunciatura #PerúContigoFrancisco https://t.co/SsqID3lOAF pic.twitter.com/xgLXhxqPsF— Agencia Andina (@Agencia_Andina) 20 de enero de 2018
En ese breve recorrido, Francisco repartió bendiciones a
pequeños que le eran alcanzados por sus padres, personas con discapacidad o
alguna enfermedad, adultos mayores, religiosas, entusiastas jóvenes y todo
aquel que pugnaba por acercarse para por lo menos tocarle las manos.
Luego de ello, al dirigirse a la puerta de la Nunciatura, se
acercó al anda de la Virgen del Rosario, patrona de Manchay, que habitantes de
dicha comunidad de Pachacámac llevaron desde el sur de Lima hasta este punto
para que sea bendecida.
Manchay agrupa a varios asentamientos humanos formados por
los procesos migratorios de hace algunas décadas. Sus habitantes que, en gran
parte provienen de pueblos de la Sierra, han encontrado en la Virgen del
Rosario a la patrona que los representa.
#VIDEO "Ustedes necesitan dormir...", bromea el Papa Francisco desde la Nunciatura https://t.co/vGWNc2jecS #FranciscoenPerú pic.twitter.com/vQO2LrzWIK— Agencia Andina (@Agencia_Andina) 20 de enero de 2018
Pocos minutos después de ingresar, Francisco salió por el
balcón de la Nunciatura para agradecer la visita de todos los fieles,
especialmente a quienes hicieron el esfuerzo de venir de Manchay, y de inmediato rezó el Ave María con todos
los presentes, antes de despedirlos.
"Que los bendiga Dios padre todo poderoso y ahora
despacito, despacito se van a sus casas a dormir, lo necesitan y la gente de
los edificios también. Así que hasta mañana si Dios quiere, adiós".

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