Hoy
desperté con una infausta noticia, sobre tu infortunado deceso.
José María Boggiano Laca, el menor de los hijos de mi tío
Miguel Boggiano Muro y doña Martha Laca Cabrejos, hoy tu voz estentórea al
saludarnos de cuadra a cuadra, y tu risotada cachosa, se ha apagado; y aunque
no tengamos ni una sola foto juntos, tus recuerdos desde la hora que me enteré
de tu deceso hasta ahora me persiguen. Aunque teníamos visiones diferentes de
ver la vida, existía entre nosotros una admiración y respeto mutuo, te admiraba
la forma brutal y directa de afrontar situaciones y decir las cosas.
Siempre fue bueno compartir contigo ciertos placeres hedonistas,
portarnos "mal", ser humanamente pecadores, o tener una deliciosa
conversación, una historia, el sauna, las comidas; y justo siempre que me
encontrabas me señalabas lo gordo que estábamos y que preguntara por una
operación gástrica, de la cual nunca cumplí porque ya hace mucho decidí vivir y
morir obeso.
Primo, hoy con mucho dolor y rabia, se cumplió lo que yo
temía, que terminaras trágicamente tu vida, no porque tuvieras una vida al
margen de la ley, sino porque habías construido un patrimonio considerable que
siempre está en la mira de los miserables delincuentes.
Sé cómo defendías lo que tenías, como me decías, te había
costado mucho obtenerlo. Se me viene a la mente un día que estando juntos y
regresando a guardar tu camioneta, te percataste que te habían robado una moto
y sin decirme nada me dejaste a mi casa, y te fuiste SOLO (a pesar que sabias
que yo te podía acompañar) a buscarla en sitios "maleados" durante
toda la madrugada, sin ninguna arma, acompañamiento ni nada, y recuperaste tu
moto. Así de Loco, valiente y osado eras.
En el negocio me consta que siempre fuiste derecho, donde tu
palabra predominaba, sobre todo. Respetabas el precio que ponías.
Ya para los que te queremos no importan saber las
circunstancias de tu muerte, porque nada va a cambiar el hecho de no tenerte;
pero sí importa para la JUSTICIA, que estos miserables paguen por su crimen y
el dolor que causa a tu familia y tus seres queridos
No sé si nos encontraremos en un purgatorio o en un cielo,
pero si ansío nuevamente verte y decirte que te quiero mucho.
SE TE VA EXTRAÑAR.
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