* “La corrupción es imposible eliminar, más aún, para hacerlo se tiene que establecer controles que la promueven, por ello un estadista lucha contra la corrupción evitando en lo posible, establecer controles que son imposibles de utilizar sin promoverla”.
* Es momento que intervengan la Fiscalía Especializada en Delitos de Corrupción de funcionarios, DIVIAC, Policía Anticorrupción y desbaraten las Organizaciones inmersas en las diferentes instituciones del Estado.
En la región Lambayeque se tiene, en muchos
casos, una visión limitada de problemas como la corrupción.
Esta realidad hace que muchos políticos y
periodistas impidan a los peruanos darse cuenta que una de las maneras de
combatir la corrupción es dictando normas teniendo presente que la corrupción
también se le combate haciendo que estas (las normas) sean sensatas, de fácil
cumplimiento, que logren el fin que ellas buscan, que su incumplimiento sea
fácil de comprobar, es decir, eficaces.
Es un buen gobernante aquel que persigue a
los corruptos y un estadista aquel que busca que las normas tengan las
características arriba mencionadas y que por tenerlas eviten que la corrupción
prevalezca.
El solo ver como se trata de moralizar el
sistema de justicia nos hace dar cuenta que algo pasa con nuestras leyes porque
muchas veces, más que las necesarias dirían yo, los acusados actúan “de acuerdo
a ley” y por lo tanto no se les puede sancionar.
Existen miles de realidades que no se toman
en cuenta, una de ellas es que la minería y el petróleo generan
más corrupción que la agricultura porque las primeras pagan mucho
más impuestos y regalías que enriquecen al Estado. Es este enriquecimiento
Estatal y no el de las empresas, lo que generan más corrupción.
Por ello, la corrupción es un país minero
como el que hoy somos, requiere más esfuerzo para combatirla que en un país
agrícola, como el que fuimos.
La peor manera de combatir la corrupción
es hacerlo con demagogia como se hace en la región.
En la región Lambayeque, la lucha
contra la corrupción es una quimera, carece de éxito porque no se
sanciona al corrupto ni al corruptor.
Se ha encontrado corrupción en diferentes
gerencias regionales que hasta la fecha quedan sin sanción, lo peor es que se
persigue a los empleados honestos que la denuncian.
El lema de campaña del actual gobernante
era HONESTIDAD, pero poco o nada se hace por combatirla de verdad.
Además, cabe mencionar que altos funcionarios
del actual gobierno regional afrontan procesos penales, pero continúan viento
en popa en sus cargos. ¡SON INTOCABLES… NO LES ENTRAN BALAS…TIENEN CAPARAZON
DE RINOCERONTES!
Por lo cual el pueblo lambayecano exige la
intervención inmediata de las Fiscalías Especializadas en Delitos de Corrupción
de funcionarios intervengan y desbaraten esta lacra enquistada y que cada día
avanza sin que nadie haga algo. Señores autoridades del Poder Judicial y del
Ministerio Publico es hora de poner a buen recaudo a estos facinerosos que de
la noche a la mañana se convierten en los nuevos millonarios de la región.
Ante ello, cada día aumenta esta plaga que resulta más letal que el COVID- y en la región diariamente se ven sonados casos y prácticamente es sumamente difícil su eliminación, más aún, para hacerlo se tiene que establecer controles que son imposibles de utilizar sin promoverla.
Publicar un comentario