Una medida esencial que le corresponde solventar a
nuestro Parlamento es el cambio de miembros del Jurado Nacional de Elecciones,
ente dirigido hace demasiados años por un sujeto de sangre comunista, irredento
defensor de terroristas, que actúa soterradamente, como sus camaradas. Su
nombre: Jorge Luis Salas Arenas. Inauguró su presidencia como
capor del JNE otorgándole todas las facilidades imaginables- y muchas
vetadas- a Pedro Castillo. Asimismo, permitir que Dina Boluarte
participe en la plancha electoral siendo empleada del Reniec, y sin postor como
primer vicepresidente, Por último, convalido mano militari, centenares de miles
de firmas falsas y /o dudosas, a favor de Pedro Castillo, oponiéndose a
confrontarlas con el padrón de ONPE/RENIEC, regalándole así la
presidencia al corrosivo/ ágrafo/ ladrón andino, Pedro Castillo.
A que extremo de constituir un gran riesgo habrá llegado
tal Salas Arenas al frente del JNE que, últimamente, el siempre
bien ponderado congresista Alejandro Cavero decidió denunciarlo
constitucionalmente como responsable político al admitir la inscripción del
partido de Antauro Humala, en el acto que califica como un profundo e
irreparable perjuicio a la democracia. En un momento grave, como es la
inestabilidad social que despierta esta crisis sociopolíticamente a todo el
país, resulta un peligrosísimo atentado-y una muestra de reprochable
irresponsabilidad del poder legislativo-no haber atendido el clamor nacional
del recambio de aquellas vetustas ideologizadas y parcializadas autoridades que
siguen dirigiendo nuestro sistema electoral a pesar del-para todos sus
efectos-fraude perpetrado por la izquierda, en connivencia con el descarado
presidente del Jurado Nacional de Elecciones. Salvo un indispensable golpe de
timón del poder Legislativo, en fecha próxima, el comunismo seguirá manejando
el JNE en la siguiente-y crucial-elección de 2026.La conducta de Salas
Arenas respecto a incorporar en la “largada” electoral al “partido
Antauro”-proscrito por el quebranto constitucional que contienen sus
estatutos como partido antidemocrático y totalitario, que pretende ser
electo por una sociedad en estado
comatoso-más parece componenda pactada que cualquier otra denominación que
pueda dársele a semejante despropósito.
A pesar de todo, atendiendo la Resolución
0223-2023-JNE publicada el 07/12/23 en El Peruano, el Jurado
que preside el comunista Salas Arenas ratifico la inscripción.
Asimismo, frente a la indignación de buena parte de la
sociedad por la tramposa jugada de Salas Arenas, en una de esas clásicas
lavada de cara de los comunistas, el sinvergüenza Salas Arenas se limitó a
lloriquear. “Estuve de vacaciones mientras los funcionarios del JNE inscribieron
formalmente el partido llamado ANTAURO”, propiedad de Antauro Humala,
bajo la denominación figurativa de Alianza Nacional de Trabajadores,
Agricultores, Universitarias, Reservistas y Obreros (Antauro). Vaya gentuza.
Frente a semejantes antecedentes ¿el Congreso
permitirá que siga en el JNE la chusma de Salas Arenas? ¿Qué cosa?
Publicar un comentario