El Proyecto Olmos se ha consolidado como un referente clave en el desarrollo del norte peruano. Según Alfonso Pinillos, gerente general de las concesionarias CTO y H2 Olmos, este megaproyecto ha generado una transformación visible en la región, convirtiendo extensas zonas desérticas en terrenos fértiles y productivos.
Actualmente, más de 25,000 hectáreas antes áridas están en
desarrollo agrícola, generando más de 70,000 empleos directos y beneficiando a
aproximadamente 200,000 personas de forma directa e indirecta. El impacto va
más allá del empleo: se refleja también en mejoras en educación, transporte y
economía local.
Uno de los pilares del éxito del Proyecto Olmos es su
gestión técnica del trasvase de agua, que incluye un túnel de 20 km y la presa
Limón, ubicada en la cuenca del río Huancabamba. Esta infraestructura,
administrada por un equipo con una media de 18 años de experiencia, está
asegurada por más de 240 millones de dólares.
Sin embargo, el proyecto enfrenta retos. La pérdida de
volumen de la presa Limón plantea una situación crítica. H2 Olmos ya trabaja en
medidas preventivas para recuperar su capacidad original de 85 metros y
asegurar la continuidad del suministro de agua.
Además, se planea la implementación de un nuevo sistema de
abastecimiento de agua para el valle antiguo de Olmos, bajo el modelo de obras
por impuestos. Este sistema incluirá bombeo, reservorios elevados y una batería
de pozos.
Como parte de su visión de sostenibilidad, se ha lanzado
también el programa "Olmos Siembra", una iniciativa de investigación
agrícola que busca desarrollar métodos de cultivo más eficientes y sostenibles
a través de un laboratorio agrícola de 5 hectáreas.
“El Proyecto Olmos es más que un esfuerzo de irrigación;
representa una apuesta por el futuro de las comunidades, con infraestructura,
compromiso y visión social”, concluyó Pinillos.
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