La nutricionista María Teresa Zumarán, de la clínica Ricardo
Palma, brinda algunos consejos para combatirlo:
- Tome dos litros de agua al día para que los alimentos tengan un mejor tránsito por los intestinos. Empiece la mañana bebiendo un vaso de agua tibia en ayunas.
- Incremente el consumo de fibra (frutas, verduras, cereales integrales, legumbres y semillas). Opte por la granadilla, papaya, ciruelas, guindones, manzana, brócoli, espinaca o quinua.
- Realice ejercicios. Asegúrese de caminar, trotar, correr, bailar o realizar cualquier tipo de actividad que implique moverse como mínimo treinta minutos, tres veces a la semana.
- Si es de los que consumen grandes cantidades de carnes rojas, pollo, pescado y pavita, descansa un día de estas o disminuye su cantidad. En su reemplazo, come cereales como quinua, kiwicha, cañihua y legumbres: lentejas, frejoles y garbanzos.
- Procure ingerir cantidades pequeñas de alimentos, y no cargar al estómago e intestinos con comidas abundantes, lo ideal son cinco raciones al día.
- Evite los alimentos con altas cantidades de grasa ‘trans’ y saturadas (papas fritas, pizzas, hamburguesas), y aquellos elaborados con harinas reinadas, carnes rojas y embutidos pues contienen mucho sodio.
Publicar un comentario