Miguel Cabrejos
Vidarte. Arzobispo de
Trujillo y vicepresidente de la Conferencia Episcopal
Peruana.
Luego del anuncio de la llegada del papa Francisco al Perú, la población está a la
expectativa de saber cuáles van a ser las actividades que realizará en el país.
Por ello, monseñor Miguel Cabrejos brinda los primeros detalles sobre
la llegada del Sumo Pontífice.
¿Tras su llegada al Perú, qué ciudad será la primera que visitará el papa
Francisco?
La visita del Papa es corta. Luego de su llegada al aeropuerto del Callao, la
primera ciudad que visitará será Puerto Maldonado (Madre de Dios),
ya que el país cuenta con 60% de territorio amazónico.
Ahora, la ciudad de Puerto Maldonado viene siendo afectada por la minería
ilegal y la delincuencia...
Será un signo de los pueblos originarios. Además, hay problemas con
la minería ilegal, la trata de blancas,
trabajo infantil, pero sobre todo está el cuidado de la naturaleza. El Papa
habló en la encíclica, te laudant, que significa ‘alabado seas’, una frase
de San Francisco de Asís, patrono de la ecología.
¿Dormirá en Puerto Maldonado para dirigirse a su siguiente destino?
Cada noche dormirá, en Lima, en la Nunciatura Apostólica (Jesús María). Allí se
hospedó el papa Juan Pablo II. En los dos viajes
durmió en este local, ya que es la institución que representa a la Santa Sede en un país, es
su casa.
¿Por qué irá a Trujillo?
Porque será un símbolo por los efectos causados por El Niño costero que azotó al norte del Perú. Además
Trujillo está en el corazón del norte del país y es la ciudad que recibió siete
grandes huaicos: fue un desastre. Yo diría que fueron siete plagas. Allí
tendremos el reencuentro eucarístico. El Papa quiere el encuentro mariano.
El último día, el Papa la pasará en Lima...
El Sumo Pontífice, en la Catedral de Lima, tendrá un encuentro
con la vida consagrada, también en el templo de Las Nazarenas hará lo propio
con la imagen del Señor de los Milagros. Luego en la tarde habrá
una eucaristía en una explanada en la capital. Ese lugar tiene que ser en un
sitio amplio, grande, que permita que la gente pueda asistir.
Con Juan Pablo II, la eucaristía en Lima se realizó en Villa El Salvador y
en el Jockey Club. ¿Hay algunas opciones?
Todavía no es conveniente anunciar las opciones. Se tiene que estudiar
técnicamente el lugar acorde a esta visita. No olvidemos que es un evento muy
importante para el
país y el mundo estará atento.
La visita implica el empleo de una diversidad de personas. ¿Cuál será el
plan pastoral?
Hay mucho por hacer y hay que prepararnos. No solo es la infraestructura, está
la organización pastoral, litúrgica, tenemos que hacer el himno, el logo, el
lema... Estamos contra el tiempo. En anteriores ocasiones el anuncio se
realizaba con un año de anticipación, esta vez tenemos 6 meses.
Nos encontramos en un escenario similar a la década del ochenta: el Papa visita a ciudades golpeadas por la violencia...
En nuestro país hay problemas en seguridad ciudadana, la corrupción, el
sicariato, por eso el Papa busca estar
cerca de la población. La presencia del Santo Padre será la de un profeta
de evangelización y esperanza para los peruanos.
¿La relación de la Iglesia Católica y el gobierno cambiará con la presencia
de Francisco? Tomando en cuenta que hay una pugna conservadora y liberal en
ambas instituciones.
La humanidad sigue su camino, la Iglesia no tiene poder coactivo, no puede
obligar. Al contrario, la Iglesia invita, anuncia, convoca. Bien lo dice el
evangelio, Jesús dice: “Vayan al mundo entero a predicar la palabra, el quien
cree se salvará”.
Fuente: LaRepública
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