* “El
arquitecto Javier Llorach lanza una acusación directa contra el gerente
municipal Carlos Paredes, a quien señala como símbolo del continuismo técnico
que hunde a Chiclayo”.
* “Llorach exige la renuncia de Carlos Paredes y emplaza al colegio de Arquitectos de Lambayeque a recuperar la ética profesional”.
El arquitecto Javier
Llorach lanza una denuncia directa contra el Gerente Municipal Carlos
Paredes García quien acusa de ser el símbolo del continuismo técnico que ha
hundido a Chiclayo en el desorden urbano, la falta de planes y la corrupción
enquistada.
Con una
trayectoria marcada por licencias irregulares, paralización de planes de
desarrollo y vínculos con gestiones cuestionadas, Paredes representa-según
Llorach -el reciclaje del poder que opera desde las sombras, sin rostro
político, pero con todo el control.
Las redes de
desagües colapsadas, licencias a medida y funcionarios reciclados completan un
diagnóstico alarmante y lo que la ciudad de Chiclayo necesita decencia técnica.
Y eso empieza por pedirle la renuncia al gerente municipal”, sentencia Llorach.
*Cuando el
poder no está en el sillón municipal sino en los escritorios técnicos.
*El arquitecto Javier
Llorach lanza una acusación directa contra el gerente municipal Carlos
Paredes, a quien señala como símbolo del continuismo técnico que hunde a
Chiclayo”.
*Llorach exige
la renuncia y emplaza al colegio de Arquitectos de Lambayeque a recuperar la
ética institucional”.
Por años,
Chiclayo ha visto pasar alcaldes incapaces, corruptos y ausentes. Pero hay un
fenómeno más silencioso, más dañino y aún vigente: la permanencia de
funcionarios técnicos que, al margen de funcionarios técnicos que, al margen de
quien sea el alcalde de turno, operan el verdadero control de la ciudad desde
las oficinas de Infraestructura y Desarrollo Urbano.
Así lo afirma
el arquitecto Javier Llorach Paredes, ex presidente de CAPECO-Lambayeque,
quien no esquiva nombres ni responsabilidades. Para el, la figura del gerente
Municipal Carlos Paredes García sintetiza con claridad esta tragedia
urbana. “Chiclayo está mal no solo por los alcaldes presos que hemos tenido,
sino por los funcionarios que los asesoraron y que hoy, increíblemente, siguen
mandando en la municipalidad”, sentenció.
PLANES
URBANOS ESCONDIDOS, LICENCIAS AMAÑADAS
Llorach
reconstruye una línea de tiempo que comienza con la postergación del Plan de
Desarrollo Urbano del 2011, elaborado durante la gestión de Roberto Torres.
Un plan que nunca fue aprobado-a pesar de haberse anunciado públicamente-y que,
paradójicamente fue redactado por el mismo equipo que hoy integra la gestión de
Janet Cubas, entre los que se encuentran Jenny Guado, y el propio
Carlos Paredes.
“Ese plano
urbano se congelo con pretextos técnicos y nunca fue discutido.
Mientras tanto,
se manipulaban ordenanzas, se emitían parámetros a medida y se otorgaban
licencias sin sustento legal”, explica Llorach, quien muestra documentos
oficiales para probar sus afirmaciones.
Uno de los
casos más emblemáticos es el del hotel Casa Andina que recibió una
licencia de edificación bajo modalidad B-valida solo para viviendas-cuando
debia tramitarse como proyecto comercial. Según Llorach, esa licencia fue
emitida por la gerencia de Urbanismo en pleno boom inmobiliario y cuando se
intentó rectificar el proceso con una supervisión, fue el propio Colegio de
Arquitectos, entonces presidido por Paredes, el que avalo la paralización de la
obra.
“¿Quién
autorizo eso? ¿Quién conocía cada detalle? Carlos Paredes. Él era decano del
colegio, parte del equipo urbanístico y socio de Arcqonsa una empresa
relacionada a otros funcionarios involucrados. No puede decir que no sabía”, acusa.
FUNCIONARIOS
RECICLADOS, CIUDAD PARALIZADA
La gestión
actual de la alcaldesa Janet Cubas no ha sido capaz de corregir estos vicios.
Llorach sostiene que la inacción tiene nombre propio: “Paredes conoce la
historia, fue parte de las decisiones técnicas más cuestionables del pasado y,
aún así hoy maneja la Municipalidad como gerente general”.
Las
consecuencias de esta continuidad son visibles: Chiclayo no tiene redes
de saneamiento actualizadas, carece de planos urbanos vigentes, ha perdido
competividad frente a ciudades como Piura y Trujillo, y es
incapaz de atraer inversionistas de calidad por su caos normativo.
“El centro
de la ciudad no puede recibir un hotel de cinco estrellas porque las redes del
desagüe siguen colapsadas. Y mientras tanto, seguimos maquillando la ciudad con
parchado de pistas. ¡Donde está el expediente de saldo de obra para terminar lo
que empezó Roberto Torres? ¿Qué Ha hecho Paredes como urbanista y como gerente? Nada.
¡EL LLAMADO
QUE SE VAYA!
En la parte más
enfática de sus reflexiones, Llorach no deja lugar a dudas: “Carlos Paredes
debe renunciar. No puede seguir al frente de la ciudad quien ha estado
vinculados a errores técnicos, omisiones institucionales y hasta testimonios
judiciales relacionados con corrupción urbana”.
Además, exige
una posición clara del Colegio de Arquitectos de Lambayeque, “Los estatutos
obligan al colegio a pronunciarse cuando hay daño urbano ¡Donde están los
exdecanos? ¿Dónde está el consejo actual? No podemos seguir permitiendo que
el silencio institucional encubra a quienes han fallado ética y
profesionalmente”.
UNA CIUDAD
SIN GERENTE (MORAL)
La alcaldesa Cubas
enfrenta ahora una disyuntiva crucial: seguir respaldando a un funcionario
cuya historia profesional levanta más sombras que certezas, o dar un golpe de
timón que le permita a Chiclayo empezar a reconstruir su institucionalidad
técnica desde cero, remarca el ex presidente de CAPECO.
“La ciudad
no solo necesita planes y proyectos, necesita decencia. Y esa decencia empieza
por retirar a quienes usaron el cargo público como trampolín de poder, o como
escudo de impunidad”.
Javier Llorach
finaliza señalando “Chiclayo no necesita solo un nuevo plan de desarrollo
urbano. Necesita un nuevo equipo humano capaz de ejecutarlo”.
Fuente:
REVISTA 4X4.
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