El artista habría cumplido 86 años este 25 de febrero, pero
la muerte se adelantó. Nació en 1932 en el distrito de Puquio, provincia de
Lucanas, Ayacucho. Siendo un niño fue traído a Lima por sus padres, el mayor
del Ejército Peruano, Rodrigo Polo Alzamora, y Flor de María Campos, cultores
de la música criolla quienes le inculcaron amor por lo nuestro.
Su infancia estuvo marcada por el tradicional distrito del
Rímac, donde se armaban grandes jaranas pues su familia materna como paterna
tenía destacados cultores del criollismo entre sus miembros.
En este ambiente desarrollaría sus indiscutibles habilidades
para la composición. En la década del 50′, sus canciones serían interpretadas
por los “Los Troveros Criollos”, afamado grupo con el cual Polo Campos disfrutó
de la fama desde joven.
La presión familiar haría que a mediados de años 50 ingrese
a la Escuela de Investigadores de la Policía de Investigaciones del Perú, donde
trabajaría por 10 años. Sin embargo, alzarse con el primer premio de un
renombrado festival criollo con el vals “Limeña”, ascendente a 30 mil soles de
la época y a varios sueldos como policía, lo convencería de pedir su retiro
voluntario en 1964.
En los años 60 se iniciaron sus colaboraciones con “Los
Morochucos”, formado entonces por Alejandro Cortez, Augusto Ego Aguirre y Oscar
Avilés. En esos años se populizaría una de sus canciones más famosas “Cuando
llora mi guitarra”; pero también otras más como “Si Lima pudiera hablar”,
“Cariño malo” o “Regresa”.
En la década del 70′ es la famosa canción “Y se llama Perú”,
interpretada magistralmente por Arturo “Zambo” Cavero con la guitarra del
maestro Óscar Avilés, considerado el mayor “himno” de la peruanidad.
Los cuestionamientos al origen de las canciones no redujeron
en nada la calidad musical. De esa misma época es la popular canción “Cada
domingo a las doce”, tema romántico y tradicional como pocos.
El talento de Polo Campos fue reconocido internacionalmente
en 1983 cuando fue galardonado por la OEA con el título de “Patrimonio de
América”, junto con Jesús Vásquez, Luis Abanto Morales, Oscar Avilés y Arturo
“Zambo” Cavero.
Tuvo un talento multifacético: Entre los 70 y 80 fue
guionista de televisión para “Camotillo, el tinterillo”, personaje creado por
el actor cómico Tulio Loza. Mientras que en los 90, a sus labores de compositor
y guionista, sumó la de creativo de jingles comerciales y presentador de
eventos. Hasta sus últimos días dirigió una conocida escuela de música.
Los más grandes intérpretes nacionales cantaron sus
composiciones. Cecilia Bracamonte, Edith Barr, Lucha Reyes, Lucía de la Cruz,
Eva Ayllón y, por supuesto, Arturo “Zambo” Cavero, son sólo algunos de esos
nombres. Pero también famosos cantantes internacionales como Armando Manzanero,
Tania Libertad, Natalia Lafourcade, entre otros.
Como un último acto de reconocimiento, el 21 de noviembre
del 2017, en el marco del Día del Músico 2017, el Ministerio de Cultura le
otorgó la distinción “Personalidad Meritoria de la Cultura” junto a otros
representantes de diversos géneros musicales, por contribuir al enriquecimiento
de la música peruana y poner en valor la identidad a través de los géneros
populares y la visibilidad de lenguas originarias.
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