¿Considera usted que la crisis política en democracia propiciaría la llegada de un antisistema al poder?
La corrupción
generalizada, sistemática y legalizada que viene sufriendo nuestro país hace 20
años sería la causa que aparezca algún radical en el consenso político. Muchos
políticos han sido financiados ilegalmente, no solo por Odebrecht, sino hay
quienes habrían sido financiados por el narcotráfico y la minería ilegal. Eso
tiene que ser materia de investigación.
¿La corrupción
en el rubro de las construcciones de Odebrecht parece que tiene mucho más para
descubrirse?
Después de 17
años estamos pagando las consecuencias de no haber realizado la reforma del
Estado que se dio haber iniciado en el año 2000. La corrupción es una de las
amenazas que tienen los Estados, que llega con la captura del poder. No es que
haya surgido recién en nuestro país, sino que se viene dando desde los años 80,
lo que significa que mientras policías y soldados daban su vida para defender a
la patria en contra de la violencia subversiva, había funcionarios públicos
corruptos que se aprovechaban del Estado y amasaban fortunas del erario
público.
¿Cuál cree
usted que sería la razón para que se viva una crisis política con un jefe de
Estado en capa caída?
En este momento
creo que la irresponsabilidad política ya debe terminar. El país no puede
continuar en este enfrentamiento entre Ejecutivo y Legislativo, cuyos
integrantes son vistos por la población como gente que no está representando
debidamente a los que eligieron en voluntad popular. Hay una pelea absurda por
el poder. Los políticos son tan irresponsables que, a puertas de cumplir el
Bicentenario nacional, no sabemos qué país queremos para entonces y seguimos
confrontados de forma mezquina.
¿En todo este
toma y daca por la vacancia nos estamos olvidando del país?
Los políticos
corruptos que hoy gerencian el Estado pagarán las consecuencias de su
irresponsabilidad para con el país. El problema no es la vacancia, el problema
tampoco es de quién tiene la razón. Aquí está en juego el futuro de la nación y
debemos ser conscientes de que quien pierde es el país. La gran mayoría de
peruanos está ausente porque han perdido la confianza en los políticos al
descubrirse las coimas, los arreglos soterrados en las altas esferas del
Estado.
Al parecer
grupos de poder económico y gremios como la Confiep han estado inmersos en este
tema…
Aquí los empresarios
también han sido delatados por Odebrecht, las empresas consorciadas y el club
de los constructores, más Confiep. ¿Qué es lo que han buscado ellos?
Aprovecharse de la situación, aprovechar la debilidad de los gobiernos de
turno, aprovechar la capacidad económica que tienen para influenciar
“mediáticamente” en los medios para garantizar sus negocios. Y hoy día
descubrimos que ellos también son causa y son parte de la corrupción, porque la
corrupción tiene dos partes: el que pide y el que recibe, y en estos casos
ellos son los que han estado pidiendo facilidades para poder invertir y son los
que han estado corrompiendo a los funcionarios públicos.
¿Cree usted
que habría la necesidad de empoderar a nuestro sistema de justicia?
Aquí tiene que
darse la confianza al sistema judicial para que haga su trabajo como debe. Es
el último recurso que les queda a los peruanos. Los operadores de justicia
pueden convertirse en héroes defensores de la democracia, así como antes lo
fueron los soldados y los policías que murieron por el país, ahora es tarea de
los jueces y fiscales de hacer respetar la ley ahora más que nunca.
OLVIDAMOS LAS NECESIDADES DE LA POBLACIÓN
Se viene
pididiendo el cierre del congreso. ¿Qué espera?
Estamos ante un tema eminentemente político, no es judicial. Si están los votos lo vacan, si no están no lo vacan, pero que sea la última, porque estamos perdiendo las grandes oportunidades. No nos estamos orientando hacia el beneficio de la población, estamos preocupados en un problema que compete al Ejecutivo y el Legislativo, y nos estamos olvidando de satisfacer las necesidades básicas de la población.
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