- Deberá definirse con Referéndum.
- Hace 4 años 85% de peruanos dijeron NO a la Bicameralidad.
Hace varios años venimos diciendo que la escasa calidad de la producción
legislativa hace necesaria una instancia deliberativa nacional. Un senado que
actué como cámara revisora y reflexiva. Ahora tenemos la mala costumbre de
evaluar la cantidad de proyectos presentados por los congresistas mas no la
calidad.
Parte del legado reciente del Congreso ha sido
una larga lista de leyes declaradas inconstitucionales que atentan contra la
estabilidad del país o que buscan blindajes descarados. La gran cantidad de
proyectos observados por el ejecutivo demuestra la pobre calidad de estas
normas populistas aprobadas bajo la improvisación.
Además, si uno revisa la producción
legislativa, encontrarán que pierden gran parte del tiempo formulando proyectos
sobre materias que no son de su competencia y que terminan generando falsas
expectativas en la población. Me refiero a las leyes declarativas. Un informe
de EC Data señala que, de las 513 leyes originales en el congreso el año
pasado, el 43% fueron de este tipo. Están relacionadas con la proclamación de
días festivos, fechas conmemorativas o declarar la necesidad de crear algún distrito.
Para poner rostro a este problema pienso en Américo Gonza. El congresista de Perú
Libre investigado como uno de los cabecillas de la red criminal que cobro
sobornos para los ascensos en la PNP, promueve la ley mordaza, que alienta la
persecución penal con el fin de provocar la autocensura en la prensa. Gonza impulsa un proyecto que atenta
contra la libertad de expresión y al mismo tiempo propone leyes declarativas
como “declarar de necesidad publica e interés nacional” al yonque como bebida nacional.
Urge un escudo frente a los despropósitos de
un Gonza y de muchos otros parlamentarios que juegan a la ruleta rusa con el
país.
Es cierto que la calidad de un Senado
dependerá de los cuadros que presenten los partidos. De nada nos sirve cambiar
para tener a un Cerrón como senador, pese a ello la Bicameralidad es necesaria, pero para alcanzarla se requiere una
formula con legitimidad y eso no se logra poniendo el tema a votación sin
debate, sin previo aviso y sin la seguridad de tener los votos necesarios, como
lo hizo el pasado jueves el congreso. Ese día fuimos testigos de un espectáculo
patético en donde los mismos congresistas petardearon una reforma tan
importante armando escenas deplorables como las de María del Carmen Alva
jalando el brazo de su colega para que cambie de postura o la confesión abierta
de que algunos están dispuestos a canjear Bicameralidad
por mordaza. Para colmo, nuevamente los votos decisivos recaen en “Los Niños” de Acción Popular.
La reconsideración da tiempo para concretar la
Bicameralidad, que es el punto de
inicio para el cambio que necesita el congreso. Incluso, se puede presentar un
paquete de reforma integral, que tanto prometieron cuando se debatió el
adelanto de elecciones. Esperemos que cuando se reabra el tema los legisladores
no se lancen otra vez a una piscina sin agua.
Cabe recordar que el pasado jueves 8 de junio
el Congreso aprobó la ley de reforma constitucional que establece el retorno a
la Bicameralidad en el legislativo
con 86 votos a favor, 35 en contra y 3 abstenciones.
Al no superar los dos tercios (87 votos), esta ley deberá ser ratificada con Referéndum, preciso tras finalizar la votación, el presidente del Congreso José William Zapata.
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