A lo que hemos asistido estos últimos veinte años de corrupción y frenesí de escandalosos enriquecimientos, con lujo y desenfreno de toda índole, es al criminal enriquecimiento de muchos izquierdistas, que se presentaron falazmente como opción política “para salvar a los menesterosos del abuso de los ricos”. FALSO.
¡Los rojos se metieron en política solamente para
enriquecerse y vivir como ricos con el dinero de los pobres! Dinero que
robaron al Estado, es decir; al PUEBLO que dicen defender. No dinero
fruto de su trabajo y esfuerzo, menos el sacrificio que implica dedicarse a
hacer empresa en un país en donde la envidia, la mentira e indignidad son,
precisamente, los pilares sobre los que han salido a la palestra los politicastros
rojos que, criminalmente, hoy conducen los destinos del Perú. Los rojos y/o
caviares tienen un solo objeto: medrar del Estado. Es decir, robarle al
pobre para llenarse los bolsillos durante cinco años de oportunidades amasando
fortuna.
El costo de conseguirlo es barato. Engañar al país
durante medio año de campaña electorera, vía discursos falaces, plenos de
engaño, dirigidos a conseguir apenas ocho o doce mil votos necesarios para
convertirse en congresista apelando a la corruptora “cifra repartidora”,
inventada por mafias políticas cuyo propósito es llenar el parlamento de los
peores ciudadanos cada cinco años. Gente que, sin saber leer ni escribir,
recibirá al menos medio millón de soles, oficialmente, del Estado, además de un
margen mucho mayor vía ingresos ilícitos, ejerciendo impune, incluso
criminalmente la función pública robándole abiertamente al Estado. Recordemos
que de la mano del misero, agrado, corrupto y golpista Pedro Castillo se
instalaron en el Congreso decenas de parlamentarios cuyos votos los vendían al
mejor postor, a cambios de obras que después construiría su entorno familiar
y/o amical, comisionando y amasando millones de soles pagados por el Estado
durante el lustro de oro del que disfrutarían recibiendo, simultáneamente, los
honores que implica tener una curul parlamentaria remunerada, repetimos, con al
menos medio millón de soles limpios de impuestos cada año! Hay más. Adicional a
las prebendas por vender votos, trapicheaban proyectos de ley para beneficiar a
terceros, no al pueblo peruano al que juran defender, a cambio de más dinero
bajo la mesa.
Igual sucede en el Ejecutivo. Repasemos algunos casos.
Toledo y PPK manifestaban “SOY SOCIALISTA” para justificar sus
latrocinios. HUMALA, PPK, VIZCARRA y CASTILLO y familiares, como los
camaradas comunistas y caviares, robaron más y en mucho menos tiempo que
cualquier otro mandatario que registre la historia. Repletaron sus bolsillos de
millones de soles-y/o dólares-en cuestión de meses, rasgándose las vestiduras
diciendo “LO HACEMOS EN ARAS DE LOS HERMANOS POBRES, HISTORICAMENTE
EXPLOTADOR POR LA OLIGARQUIA”.
Los relojes de Dina Boluarte son más de los mismo,
dotados de monumentales dosis de mentiras y medias verdades. Pero el Estado
abarca gobiernos regionales, municipios y demás vericuetos. Allí destaca la
exalcaldesa de Lima Susana Villarán, quien confesó haber robado al país US$11
millones.
¡Así es esta izquierda peruana, amables lectores!
¡Recuérdenlo siempre!
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