* Coincidiendo con su 70 cumpleaños, publicamos un extracto de la entrevista realizada por la periodista Elise Ann Allen, corresponsal en Roma para “Crux”, medio especializado en catolicismo, para su libro “León XIV”, de inminente aparición. El sucesor de Francisco habla de su visión para la Iglesia y de su rol a ejercer en un mundo polarizado.
Usted es dos cosas a la vez. Es el primer papa de Estados Unidos, pero también es el segundo papa con la perspectiva de América Latina. ¿Con cuál de las dos se identifica más?
Creo que la respuesta es: ambas a la vez. Soy, obviamente, estadounidense, y me siento muy estadounidense, pero también amo mucho al Perú, al pueblo peruano, por lo que eso es parte de lo que soy. La mitad de mi vida ministerial la pasé en Perú, por lo que la perspectiva latinoamericana es muy valiosa para mí. Eso también se refleja en el aprecio que tengo por la vida de la Iglesia de América Latina, que fue significativa tanto en mi conexión con el papa Francisco como en mi comprensión de parte de la visión que él tenía para la Iglesia y cómo podemos seguir adelante en términos de una verdadera visión profética para la Iglesia de hoy y de mañana.
*Usted está en sus primeros meses como papa. ¿Cómo entiende el papel del papado?
Todavía me queda una enorme curva de aprendizaje por delante. Hay una gran parte en la que siento que he podido moverme sin muchas dificultades, que es la parte pastoral. Aún me sorprende la respuesta [de la gente], lo buena que sigue siendo, el acercamiento a personas de todas las edades. (...) Aprecio a todos, sean quienes sean, vengan de donde vengan, y los escucho.
El aspecto totalmente nuevo de este trabajo es haber sido lanzado al nivel de líder mundial. Es algo muy público, la gente conoce las conversaciones telefónicas o las reuniones que he tenido con jefes de Estado de varios Gobiernos y países de todo el mundo, en un momento en el que la voz de la Iglesia tiene un papel importante que desempeñar. Estoy aprendiendo mucho sobre cómo la Santa Sede ha tenido un rol en el mundo diplomático durante muchos años. (...) Todo eso es nuevo para mí en cuanto a la práctica. He seguido la actualidad durante muchos años. Siempre he tratado de estar al tanto de las noticias, pero el papel de papa es ciertamente nuevo para mí. Estoy aprendiendo mucho y me siento desafiado, pero no abrumado. En ese aspecto, tuve que saltar al fondo de la piscina muy rápidamente.
Ser papa, llamado a confirmar a otros en su fe, que es la parte más importante, es también algo que solo puede suceder por la gracia de Dios; no hay otra explicación. El Espíritu Santo es la única forma de explicarlo. ¿Cómo fui elegido para este cargo, para este ministerio? Por mi fe, por lo que he vivido, por mi comprensión de Jesucristo y del Evangelio, dije que sí, estoy aquí. Espero ser capaz de confirmar a otros en su fe, porque ese es el papel fundamental que tiene el sucesor de Pedro.
*Ha defendido mucho la paz; la paz en varios conflictos, pero Ucrania ha sido especialmente prominente.
*¿Qué tan realista es que el Vaticano sea un mediador en ese conflicto, en particular en este momento?
Yo haría una distinción entre la voz de la Santa Sede que aboga por la paz y un papel como mediador, que es muy diferente y no es tan realista como lo primero. Creo que la gente ha escuchado los distintos llamamientos que he hecho; he alzado mi voz, la voz de los cristianos y de la gente de buena voluntad, diciendo que la paz es la única respuesta a la matanza de personas después de estos años en ambos lados, en ese conflicto en particular, pero también en otros conflictos. La gente de alguna manera tiene que despertar para decir: hay otra manera de hacer esto.
Soy muy consciente de las implicaciones que tiene pensar en el Vaticano como mediador, incluso el par de veces que nos hemos ofrecido a acoger reuniones de negociaciones entre Ucrania y Rusia, ya sea en el Vaticano o en alguna otra propiedad de la Iglesia.
La Santa Sede, desde que comenzó la guerra, se ha esforzado mucho por mantener una posición verdaderamente neutral. Algunas cosas que he dicho han sido interpretadas de una manera u otra, y eso está bien, pero la parte realista no es lo principal en este momento. Creo que actores diferentes tienen que presionar lo suficiente para que las partes en guerra digan: ya basta, busquemos otra forma de resolver nuestras diferencias.
Seguimos teniendo esperanza. Creo firmemente que no podemos
perderla, nunca. Tengo grandes esperanzas en la naturaleza humana. Está el lado
negativo. Hay malos actores, hay tentaciones. En cualquier lado, de cualquier
posición, se pueden encontrar motivaciones que son buenas y motivaciones que no
son tan buenas. Y, sin embargo, seguir animando a la gente a mirar los valores
más altos, los valores reales, marca la diferencia. Puedes tener esperanza, y
seguir intentando presionar y decirle a la gente: hagamos esto de una manera
diferente.
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