![]() |
Andina |
Pero también se debe generar una charla amena con
el reclutador y demostrar el interés que tenemos por pertenecer a la empresa.
“Entablar una conexión con el entrevistador nos puede dar un valor diferencial,
pero este no es el principal factor para ser elegido.
Primero debe verse que sus capacidades,
conocimientos y experiencias estén alineados con el perfil del puesto”, señaló
el consultor de Adecco Training and Consulting, Julio Cabrera. Por tal motivo,
puedes seguir estos cuatro consejos para afrontar la situación durante una
entrevista de trabajo:
• No tener prejuicios sobre el evaluador durante
las entrevistas de trabajo
El calificar, ya sea de manera consciente o
inconsciente, al evaluador como poco amigable desencadenará de manera natural
una serie de respuestas de protección o rechazo, que podrían distorsionar la
percepción de la información de la persona que tenemos en frente, y generar una
dinámica desfavorable con miras al objetivo que buscamos alcanzar.
• El entrevistador es una persona como nosotros
Debemos entender que él, al igual que nosotros,
se encuentra a merced de las mismas dificultades, preocupaciones y emociones,
por lo que a veces puede tener un mal día.
• Investigar sobre la empresa y el entrevistador
Así como el evaluador investigará nuestro perfil
debemos conocer a la persona que tendremos en frente. Esta labor es muy
sencilla gracias a la información que se obtiene de las redes sociales como sus
gustos, carrera laboral, pasatiempos, etc., para tener una idea general del
tipo de persona que nos entrevistará.
De esta manera se puede coincidir en temas en
común para generar una conexión que nos permita fijar una emoción en la
persona, asociada a nuestra capacidad dentro del puesto.
• Aprender a “leer” al entrevistador
Debemos estar abiertos a la información que el
evaluador nos pueda transmitir y tener la capacidad de ver las oportunidades de
conexión con base en la información que podamos haber recabado.
Esto requiere de una transparencia absoluta para
generar confianza en el otro, pues si buscamos solo agradar será leída como
hipocresía y esto puede generar que nuestro evaluador nos descarte al instante,
aun cuando podamos tener la mejor capacidad y experiencia para el puesto.
"Cuando hayamos percibido que la actitud del
reclutador no fue la mejor, no debemos descartar la posibilidad del puesto, ya
que muchas veces no solo nos medirá en función de sus propios criterios, sino
que deberá extrapolarlos al área donde finalmente se desarrollará el futuro
colaborador", sostuvo Cabrera.
Con el blog Jobs in New Zealand
ResponderBorrares importante que vayamos reconociendo lo que más nos gusta.