- Expresidente cuestionó a los
apristas que cambian su compromiso político “por direcciones, asesorías o
cualquier otro plato de lentejas”.
(Expreso) Los
congresistas apristas Jorge del Castillo y Luciana León, así como el actual
ministro de Trabajo, Javier Barreda, quien por asumir el cargo fue expulsado de
las filas del Apra, fueron duramente cuestionados por el expresidente Alan
García, quien utilizó sus redes sociales para aludirlos y reprocharles su
acercamiento al Ejecutivo.
García
recordó que el partido convocó en diciembre a un Plenario Nacional de
dirigentes regionales y distritales, en el que se acordó que la bancada votara
a favor de la vacancia contra el presidente Pedro Pablo Kuczynski. Este acuerdo
fue rechazado porque, entre otros, en la votación, Del Castillo y León
decidieron abstenerse.
“Por ello, considero que hubo un grave
desacato pues la decisión del plenario no fue seguida por todos los integrantes
de la Célula Parlamentaria. Todo ciudadano puede tomar las decisiones que
desee, correctas o no, pero para ello debe apartarse previamente del partido,
porque ser miembro de este exige cumplir con la voluntad de su mayoría”, se lee en su cuenta Facebook.
De igual
manera aludió al actual titular de Trabajo Javier Barreda. “Para sumar fuerzas
a su crisis, el Gobierno recluta a quienes, habiendo sido los mayores críticos
del Presidente y del indulto, aceptan su oferta con el pretexto de ‘contribuir’
o de ‘conseguir empleo para los compañeros’”, continúa la crítica del líder
aprista.
“Es
un nuevo desacato a la orden del plenario y de las bases y un ultraje a estas,
considerando que pueden cambiar su fe y su compromiso político por direcciones,
asesorías o cualquier otro plato de lentejas”, se lee en parte del mensaje en
el que hace alusión a una declaración de Barreda quien sostuvo que “los
compañeros necesitan chamba”.
MONEDA DE CAMBIO
García
aprovechó la oportunidad para referirse al proceso de vacancia de Kuczynski y
del posterior indulto humanitario que este otorgó al exmandatario Alberto
Fujimori. “Se usó como moneda de cambio para librar al jefe del Estado de la
vacancia, desnaturalizándolo, pues si conceder tal gracia es una atribución constitucional,
hacerlo a cambio de un descarado beneficio personal puede constituir una
concusión”.
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