Es bastante absurdo
pensar que en el Perú no hay libertad de prensa. Los reclamos de la SIP son
producto de la victimización de aquellos que ha perdido conexiones con el poder
y recursos, la prensa vende cada vez menos y la publicidad solo se abarata. La gran mayoría de los medios están
quebrados, lo que hacen que contraten a periodistas mal pagados, no se haga
investigación y la información sea cada vez más reducida y de pobre calidad.
Aportan casi lo mismo que las redes sociales son gratuitas y más oportunas. La
Republica lidera esta campaña (03.05.25) porque a pesar de ser uno
de los medios digitales más leídos, han despedido a muchos trabajadores
incumpliendo obligaciones laborales. Son de la izquierda cuando no les
tocan el bolsillo. Otros, canibalizan activos para sobrevivir y satisfacer a
lánguidos accionistas, la mayoría vende su línea editorial.
Esa prensa que
endioso a los fiscales Vela y Pérez que manchaban honras sin ningún escrúpulo y
que sentenciaba lapidariamente antes del debido proceso, ha perdido toda fuerza
de la mano de sus informantes. La publicidad extenuante desde sus portadas manipulando
la mente de miles de peruanos se ha debilitado, la audiencia y credibilidad le
son casi ajenas. Difícil remontar el negocio sin publicidad, especialmente la
estatal. Les cortaron su cordón umbilical. No hay nada más conmovedor que las
lágrimas caviares, sin embargo, se enfrentan a una dolorosa escasez de
plañideras. Sin dinero pierden fuerza. Bendita sea la ley que controla las ONG,
ya está dando frutos.
Del 2005 al 2020
el estado fue el socio capitalista de los medios de comunicación. Coloco cerca
de S/800M en publicidad. Pocos recuerdan que este abuso dio lugar a la
mal llamada ley mordaza promovida por Mauricio Mulder, que prohibió toda
publicidad estatal en medios privados. Bastante extrema, por cierto, porque
debió permitirse para campañas de información en temas esenciales como la salud,
educación, seguridad y prevención. Fue declarada inconstitucional en octubre
de 20218 por el TC de Vizcarra. Desde el 2022
existen criterios para una distribución más equitativa de la publicidad
estatal, sin embargo, dudo que la Contraloría se atreva a supervisarla.
El NYT, que
era un periódico convencional, hoy es un gigante digital con más de 10M de
suscriptores. Lo mismo ocurrió con el FT que tuvo la previsión de
apostar temprano por el mundo digital. ¿Por qué? Porque es prensa
verdaderamente independiente que se maneja de forma profesional y no un grupo
de mercenarios que se venden al mejor postor.
Este gobierno dista
mucho de ser una dictadura, un 1984 en los ojos de George Orwell. No
confundamos libertad con libertinaje; no equivoquemos el ejercicio de un
derecho con el uso excesivo y desconsiderado de esa libertad. Además, resulta
ostensible que Boluarte no declara a la prensa por miedo a las preguntas
incomodas. Se habrá cansado de mentir sobre sus cirugías (un tema absolutamente
intrascendente al que se le ha dado mucha importancia), el origen de sus joyas
o las aventuras non sanctas de su hermano Nicanor.
Sostiene que habla
a través de sus obras ¿Cuáles obras? Sus ataques a la prensa y
evadirlas, son sus mecanismos de defensa. Quizás ya se dio cuenta que sus
mentiras solo la enredan y que sus supuestos cómplices han empezado a decir la
verdad para salvarse.
Este pésimo gobierno nos afecta a todos, pero calificar como atentado a la libertad de prensa supuestas persecuciones judiciales cuando muchos de estos medios han sido los primeros en promover y azuzar cacerías fiscales contra gente inocente o, quejarse por la falta de independencia financiera cuando son pésimos gestores y empresarios, es una vergüenza indescriptible. ¿Qué pretenden? ¿Qué el estado los subsidie o que les cree un bono de solidaridad o quizás que se apoye a la prensa antes que a la desnutrición infantil? El chiste se cuenta solo.
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