Gracias a un sistema de
trasvase e irrigación. Olmos ha transformado tierras áridas en campos
productivos impulsando el crecimiento agrícola, generando empleo fortaleciendo
el desarrollo de las comunidades locales.
El rio Huancabamba lleva
sus aguas a la presa Limón y recorre a lo largo de 20 kilómetros el Túnel
Trasandino hasta llegar a Olmos. Esta es una obra de alta ingeniería, impulsada
y operada por la Concesionaria Trasvase Olmos. El proyecto Olmos es la única
concesión de irrigación operada por empresas privadas en el Perú.
Lo que antes fueron las
tierras desérticas de Olmos hoy las empresas agroindustriales desarrollan mas
de 23 mil hectáreas de cultivo (con productos como arándanos, paltas, uvas,
entre otros); con una inversión mayor a 3,900millons de dólares,
generando más de 67 mil empleos y alcanzando cifras de exportación que
superan los 850 millones de dólares.
Innovación hídrica en
Olmos
Trabajar en un sistema de irrigación
que sea eficiente fue el primer paso para demostrar el compromiso con la comunidad.
Para ello, el diseño estuvo ejecutado en dos componentes integrados; trasvase
desde la vertiente amazónica y la infraestructura necesaria para garantizar el
desarrollo agrícola y social de la zona.
La parte técnica es fundamental,
pero contar con experiencia e innovación garantiza un mejor cumplimiento de las
funciones.
“Tenemos un sistema de
control, denominada SCADA junto a un equipo permanente que sigue un plan
de mantenimiento anual de actividades para cada estructura. Diariamente
atendemos todos estos procesos de operación y mantenimiento”, añade el
ingeniero Carlos Samaniego, Gerente de Operaciones de Trasvase e Irrigación
Olmos.
Generando crecimiento
económico
Pero la agricultura
tecnificada y el sistema de irrigación era solo el comienzo. Los efectos del
proyecto comenzaron a hacerse visibles paulatinamente, es aquí donde se comenzó
atraer inversiones y modernizar la cadena productiva. Con este cambio-poco a
poco-Lambayeque se fue convirtiendo en un centro clave para la producción de
alimentos de alto valor comercial.
“El mayor beneficio de
tener mas agua en esta zona, se puede notar a simple vista. Naturalmente, el río
Olmos capta a un millón de metros cúbicos al año. Gracias a la presa Limón y al
túnel trasandino logramos enviar diariamente un millón de metros cúbicos de
agua.
Ese cambio en la cobertura
hídrica es cualitativo y ha mejorado la vida a las personas”, menciona el
ingeniero Samaniego.
A partir del cambio, las
agroexportaciones crecieron como nunca. De acuerdo con el estudio elaborado por
Maximixe,en solo 10 años superaron la barrera de 30 mil productos exportados,
crearon más de 67 mil empleos directamente y las inversiones superaron los
US$3,900 millones.
El impacto en el sector
agroindustrial fue notable. No obstante, el proyecto Olmos fue más allá,
integrando a pequeños agricultores a la cadena productiva, impulsando sectores
complementarios como el comercio, construcción y los servicios. Este aumento en
la actividad económica dinamizo la infraestructura regional con mejoras para
toda la comunidad en áreas de transporte, telecomunicaciones y energía.
Crecimiento sostenible en
comunidad
Incentivados por la
disponibilidad de infraestructura hídrica, los usuarios del Proyecto Olmos
entienden y ven de manera tangible las inversiones realizadas.
Este flujo de capital
privado fue el impulso para modernizar los sistemas de producción agrícola y
dinamizar la economía social de la zona.
El apoyo de la
concesionaria H2Olmos en la comunidad de Lambayeque no solo se limitó al sector
agroindustrial sus horizontes se ampliaron desde lo social hasta lo económico,
acelerando el crecimiento económico regional.
Incluso, llegando a
superar el promedio nacional y el de la Macrorregión Norte. Porque -después de
todo- el valor real del proyecto Olmos se mide en el bienestar que hoy disfruta
su gente, demostrando que invertir en agua y en alta ingeniería, es invertir en
vida y desarrollo social en Olmos y por ende en Lambayeque.
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