Tres centros de información y una alianza que impulsó vidas. Así se construyó el nuevo presente de Olmos.
¿Cómo es la vida en una comunidad? ¿Cómo se
organiza para hacer que sus esfuerzos puedan dar frutos? ¿Es posible hacer
alianzas y aspirar a un mejor futuro? Para la comunidad de Olmos,
en Lambayeque, sus dudas se convirtieron en certezas gracias al
apoyo del sector privado.
La llegada del Proyecto Olmos a la zona
fue —a primera impresión—, una posible solución para sus faenas
agrícolas. Con el paso del tiempo, las empresas H2Olmos y Concesionaria
Trasvase Olmos demostraron que su impacto iba más allá del campo: Se
trataba de sembrar futuro y valor social.
FOMENTANDO ESPACIOS DE COMUNICACIÓN
¿Cómo enterarse de lo que está pasando en la
comunidad si no existe un medio de comunicación? Ante
el primer imprevisto, los Centros de Información y Atención Comunitaria
(CIAC) fueron la respuesta.
Dos centros CIAC, ubicados en el caserío Las
Norias y La Juliana —desarrollados por la empresa
H2Olmos—; y uno adicional en el distrito de Pomahuaca —implementado
por Concesionaria Trasvase Olmos y que comprende 6 caseríos—;
se implementaron con el objetivo de acercar a las empresas concesionarias con
las poblaciones de su área de influencia.
“Nos están dando charlas sobre defensa civil y
simulacro de sismos. Asimismo, nos dan capacitaciones a los profesores y los
padres de familia reciben charlas de orientación sobre convivencia y cómo ser
un buen ciudadano”, comenta la docente Elizabeth Bustamante Silva.
Estos espacios permiten proporcionar información clara,
accesible y oportuna sobre las actividades de las concesiones. Del mismo modo,
se atienden consultas, reciben sugerencias y buscan resolver cualquier
inquietud.
CONSTRUYENDO ESPACIOS CULTURALES
Con el apoyo de los Centros de Información y
Atención Comunitaria (CIAC), diversos caseríos —como es el caso de La
Juliana y Las Norias—, han recibido apoyo en materia
educativa, salud y comunidad.
“El año pasado, la empresa H2Olmos nos trajo el
programa Súper Chica dirigido a las niñas de 4to, 5to y 6to de primaria. Para
este proyecto involucraron a un integrante de su familia, el cual tenían que
verlo como un ejemplo a seguir —para empoderarse más adelante—e identificar las
cualidades, fortalezas y los desafíos que tenían”, acota
Sandra Santacruz Rojas, docente de la IE N° 11232 Caserío La Juliana en
declaraciones para La República.
Todas estas acciones han fortalecido las relaciones
comunitarias entre la concesionaria y las comunidades. El compromiso
con la mejora educativa y la respuesta inmediata en salud, han contribuido a
generar vínculos de confianza y colaboración.
“Recibimos una donación de ocho bancas,
cincuenta sillas, pintado de la capilla e iluminación. También acondicionaron
el lugar desde donde el padre da la misa. Estamos agradecidos con la empresa
H2Olmos por todo el apoyo que nos está brindando”,
reconoce miembro del Comité Virgen de Fátima en Las Norias.
Una comunidad organizada —pero sobre todo escuchada y
valorada—, garantiza los cimientos para un mejor futuro. Olmos lo
comprendió: cuando la participación y el compromiso se alinean, el progreso se
convierte en una realidad. Hoy, gracias al esfuerzo conjunto entre la
comunidad, H2Olmos y la Concesionaria Trasvase Olmos,
el distrito no solo crece, sino que todo Lambayeque florece.
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